v e i n t i n u e v e

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Mark y Johnny sentían el deseo incontrolable de golpear a YoonOh hasta que sus manos dolieran, ya que, (sobre todo Mark) no entendía porque era amigo de una zorra como ella, pero no podían verse afectados frente a TaeYong. Su amigo los necesitaba con la cabeza fría para ayudarlo a tranquilizarse.

—Debiste decirle quien eras—el canadiense bufó—. Debiste dejarle en claro que eres el novio de YoonOh—comentó molesto.

En otra ocasión, lo hubieran apoyado para que lo mandara al diablo, pero YoonOh les había demostrado que era un buen chico. Veían feliz a TaeYong y a los niños también, entonces, sabían que YoonOh era bueno en sus vidas.

—Apuesto a que todo esto es un malentendido, Tae... —Mark se sentó a su lado más relajado y acarició su espalda.

—¿Cómo podría ser un malentendido, Mark? —preguntó molesto. ¿Acaso sus amigos estaban defendiendo a ese maldito infiel?

—YoonOh no te ha dado razones para desconfiar, ¿o sí? —el pelinegro se quedó en silencio—. ¿Por qué no esperas para hablar con él en persona?

—¿Por qué no lo llamas otra vez y le dices que venga? —Johnny intervino con cuidado.

—No quiero hablar con él—se cruzó de brazos.

Johnny, quien estaba parado detrás de ellos, rodó los ojos y bufó sin ser visto por su amigo. Levantó sus manos y fingió ahorcarlo.

—Si quieres seguir con esta relación, debes hablarle. Tienes que solucionar esto.

—No es necesario—rodó los ojos—. Es algo insignificante, ¿no? A eso se referían. Estoy exagerando.

De nuevo, Johnny rodó los ojos detrás de él y esta vez hizo como si jalara su cabello y lo agitará.

—Puede que sea un insignificante problema—Mark trató de no reír por causa de su esposo—, pero luego será una piedrita en tu zapato y se van a ir acumulando hasta que tengas toneladas de ellas.

TaeYong se quedó en silencio mirando hacia la nada. Tal vez sus amigos no eran la pareja perfecta, pero se habían podido mantener juntos por tantos años. Nunca se guardaban las cosas, solucionaban las peleas por más tontas que fueran y tenían una buena comunicación. TaeYong siempre quiso algo como eso y si lo quería de verdad, tendría que hablar con su novio.

Hablaría con él, pero no pronto...

Luego de calmarse, se despidió de sus amigos, convenciéndolos de que estaría bien, así que los Seo decidieron confiar en él y se fueron sin pensarlo mucho, ya que tenían una reconciliación pendiente al llegar a casa.

Los pequeños se despidieron de sus tíos y subieron delante de su padre. Jeno fue el primero en pedirle permiso para dormir con él y TaeYong accedió solo porque la noche era fría. Jun escuchó los planes de su hermano y se unió a ellos.

Se recostaron en la gran cama y luego de cobijarse, pasaron algunos segundos para que sus hijos conciliaran el sueño. En cambio, él, no pudo dormir tan fácilmente. Las inseguridades comenzaron a adueñarse de él. ¿Y si YoonOh lo estaba engañando con aquella chica?

Se sentía triste, pero, sobre todo, enojado consigo mismo por haber confiado tanto en YoonOh. Suspiró y decidió que no iba a permitir que esos sentimientos lo dominaran, así que decidió vaciar su mente y cerrar sus ojos hasta dormirse.


—Papi—lo llamó el menor terminando su desayuno—. ¿Cuándo viene papi YoonOh?

TaeYong mordió su mejilla internamente y se encogió de hombros.

Bizarre [JaeYong]Where stories live. Discover now