OO9

4K 441 80
                                    

(editado)

Jaemin llevaba alrededor de una hora en la misma posición, sólo acariciando el cabello de Jeno mientras éste dormía todavía abrazado a él

Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.


Jaemin llevaba alrededor de una hora en la misma posición, sólo acariciando el cabello de Jeno mientras éste dormía todavía abrazado a él.
Sentía sus brazos alrededor de su cintura y aquello era suficiente para no moverse ni un poco. No quería que se despertara y lo soltara, no siempre podía tenerlo así.

Sus dedos detuvieron las caricias cuando el castaño se removió contra él, soltó un par de quejidos cuando se acomodó en la cama, separándose de Jaemin.

—¿No vas a contarme qué pasó? —preguntó sosteniendo su rostro con una de sus manos, viéndolo atentamente de lado.

—No necesitas saberlo —respondió sin más.

— Sí necesito, quiero saberlo.

— Jaemin, no empieces —dijo volteando el rostro, dejando a la vista las marcas en su cuello.

El pelinegro frunció las cejas con angustia y le acarició el rostro con cuidado. Se acercó a él y abrazó su cabeza con delicadeza.

—Necesito saberlo. Quiero cuidarte y estar contigo, no tienes que guardarte nada conmigo.

— Mi papá es drogadicto —comenzó mientras centraba la vista en el lunar del cuello ajeno—, anoche llegó drogado y comenzó a gritarle a mamá, ella le contestó enojada y terminó golpeándola. Yo salí de mi cuarto cuando oí algo romperse, y encontré a mamá en el suelo llorando y a él quitándose el cinturón del pantalón —contó rápidamente. Jaemin lo apretó más fuerte y acarició su cuello, escuchando atento —, me metí para defenderla, y al final me golpeó a mi. Mamá salió de la casa para buscar al vecino que es policía, pero se demoró y en ese rato me dio una de las tantas palizas.

— ¿Siempre... lo hace? —preguntó temeroso.

— Desde que tengo siete años. A veces porqué quiere, y otras porqué se enoja por la más mínima cosa.

— Dottori -musitó con tristeza.

— Estoy bien, ya estoy acostumbrado. Mamá lo odia, pero no es capaz de sacarlo de la casa.

— Entonces vete tú, no tienes que sufrir esto.

— Quizá sí tengo —susurró —, a veces siento que todo lo malo que me pasa es porque me lo merezco.

— Eso no es cierto —objetó inmediatamente, pero enseguida oyó la suave risa del contrario.

— Tú porque estás tonto y prácticamente ciego por fijarte en mi, no te das cuenta que tengo más cosas malas que buenas.

— No hay diferencia para mi, no hay nada de tí que me disguste, incluso tus cosas malas me encantan —dijo sonriendo.

Acarició un poco el cuello del castaño y sin decir nada lo agarró del mentón con cuidado para que Jeno lo mirara.

falsa inocencia ♡ nomin ✔Onde as histórias ganham vida. Descobre agora