❝𝐅𝐀𝐋𝐒𝐀 𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀❞ ⎜ ❝Todos te ven como el adorable e inocente solecito, pero nadie sabe que te gusta gemir mi nombre mientras me montas y ruegas por mis marcas.❞
Jaemin es tierno y risueño con todos en el instituto, lo adoran y creen q...
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Estaba enojado. No, más que enojado, estaba furioso, y no le importaba demostrarlo.
Estaba enojado. No, más que enojado, estaba furioso, y no le importaba demostrarlo.
Hace días se venía aguantando la rabia, pero ahora mismo ya estaba tocando su límite. Jeno ese día faltó por motivos que él ya sabía porque se los había dicho la noche anterior mientras se escribían. Supo que era el momento perfecto para quitarse algo de rabia.
Caminó por el pasillo bajo la sorprendida y curiosa mirada del resto, ya que su enojo se notaba de lejos y verlo así no era algo común. Fue hasta el salón del otro tercero y entró sin decir nada, ganándose inmediatamente la mirada de Jaehyun que estaba en su pupitre, escuchando un audio. Apenas vio a Jaemin entrar, no dudó en cerrar la aplicación y bloquear su teléfono para prestarle toda su atención al pelinegro.
— Hola Jae —saludó sonriente.
— Jae y una mierda —masculló plantándose enfrente.
Su típica expresión tierna y sonriente había desaparecido para dejar paso al ceño fruncido y los dientes apretados. Jaehyun no sabía qué pasaba, pero esperó paciente porque si Jaemin estaba ahí era porqué iba a decirle que iba mal.
— Uhm... ¿qué ocurre? —preguntó confundido.
— ¿Por qué lo hiciste? —inquirió bruscamente, y Jaehyun alzó una ceja más confundido que antes.
— ¡No estoy para tus bromas! —bramó dándole un fuerte golpe a la mesa, causando que el castaño se hiciera hacia atrás, totalmente impresionado.
Era la primera vez que veía al morocho de esa forma tan alterada.
— Jaemin, no sé que te ocurre, pero…
— Hablo de lo que sucedió para el cumpleaños de Dottori—aclaró rápidamente, tan molesto como avergonzado.
Jaehyun era su amigo desde hace bastante, y el sólo saber que él era el otro que se lo había follado le daba cierta pena que no podía esconder.
El castaño enseguida supo de lo que hablaba, y simplemente no reprimió su sonrisa burlona.
— Entonces, ¿Jeno decidió decirte la verdad? Y eso que me había pedido que no dijera nada —espetó con mofa.
Le causaba ternura y diversión que Jaemin estuviera de esa manera por lo que había pasado. Recordaba perfectamente sus gemidos y suplicas entre jadeos, incluso por momentos creía sentir el sabor de su piel por los besos que le había dado mientras se clavaba en su interior. Jaemin estaba enojado, pero a la mierda, a él no le apenaba admitir que lo haría todas las veces que pudiera porque realmente era algo que desde hace mucho quería hacer. Y sí, quizá no le tenia mucho agrado a Jeno, pero fue gracias a él que pudo conseguir lo que tanto había querido, así que de cierta forma estaba agradecido con el castaño.
