❝𝐅𝐀𝐋𝐒𝐀 𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀❞ ⎜ ❝Todos te ven como el adorable e inocente solecito, pero nadie sabe que te gusta gemir mi nombre mientras me montas y ruegas por mis marcas.❞
Jaemin es tierno y risueño con todos en el instituto, lo adoran y creen q...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Jeno estaba tirado en el sofá cuando el timbre de la casa sonó, sin embargo cuando estuvo a punto de levantarse su madre ya estaba abriendo la puerta y sonriéndole a un alegre pelinegro que la saludó antes de entrar. La mujer pasó de largo a la cocina y Jeno a los segundos sintió el peso extra del contrario que se le tiró encima, chillando que lo había extrañado.
— Te extrañé mucho —le dijo mientras lo abrazaba, todavía encima suyo.
El castaño sonrió y le acarició el cabello con cariño, luego lo besó castamente cuando Jaemin alzó la cabeza.
— Yo también, bebé.
El chico encima suyo no reprimió su sonrisa al oírlo, ya no podía pedir nada más porque lo único que quería ya lo tenía; el amor de Jeno.
— Te traje los apuntes de hoy —avisó mientras señalaba la mochila a un lado. Se acomodó sobre el castaño y cerró los ojos concentrándose en el rápido latido del corazón que él consideraba tan suyo como el poseedor del mismo.
— Luego me pondré al día —declaró mientras acariciaba su espalda y miraba la televisión con gesto aburrido.
Jaemin se quedó acostado, pero en ese momento recordó lo que había pasado en la mañana, y sin poderlo evitar un ligero malestar lo invadió. No se sentía tan culpable, en realidad, incluso interiormente le echaba un poco de culpa a Jeno por haber tenido la tonta idea del trío, cosa que él seguía repudiando. Le había gustado coger con Jaehyun, lo había hecho gemir y correrse en poco tiempo, sin embargo, siempre iba a preferir tener a su novio encima suyo porque después de todo sólo quería que él lo tocara. Aún no sabía bien porque aceptó follar con Jaehyun, quizá porque es débil y admite silenciosamente que su amigo está bueno, o sólo fue porque estaba extrañando a Jeno y de alguna estúpida forma quiso distraerse un poco.
No lo sabía, sólo estaba seguro que no iba a repetirse, y mucho menos Dotori iba a enterarse porque él no tenia porqué saberlo.
— ¿Quieres salir o nos quedamos acá? —preguntó repentinamente el castaño.
— Quiero dormir un rato contigo —dijo con los ojos cerrados y la voz adormilada. Ya se estaba quedando dormido.
Jeno sonrió y sólo lo hizo pararse para luego apagar el televisor y tomar su mano, tirando de él para subir la escalera e irse al cuarto.
Cuando cerró la puerta, Jaemin fue hasta la cama y se tiró en ella boca abajo soltando un suspiro de placer y tranquilidad al sentir la cama tan conocida para él y el aroma del otro en la almohada. Jeno le quitó el calzado y lo hizo moverse un poco para que se acostara debajo de las mantas y así él poder hacer lo mismo. Apenas se acostó, el pelinegro se arrimó abrazándolo sin centímetros que los separaran, cosa que no le estaba molestando nada. Incluso, él también se acostó de lado y lo abrazó, acariciando sus hebras azabaches mientras sentía las piernas ajenas enredarse con las suyas. El morocho simplemente se sentía en las nubes en momentos así. Jeno era todo lo que quería y necesitaba.
