❝𝐅𝐀𝐋𝐒𝐀 𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀❞ ⎜ ❝Todos te ven como el adorable e inocente solecito, pero nadie sabe que te gusta gemir mi nombre mientras me montas y ruegas por mis marcas.❞
Jaemin es tierno y risueño con todos en el instituto, lo adoran y creen q...
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Habían quedado exhaustos luego de haber follado más veces, pero la satisfacción y tranquilidad que sentían era mejor que la necesidad desesperante que habían tenido por llevar días sin verse.
Estaban acostados en completo silencio. Jaemin reposaba su cabeza sobre el pecho tranquilo de Jeno, sintiendo los dedos ajenos acariciar sus hebras con suavidad. Su propia mano se movía con lentitud sobre el costado del castaño, haciéndole ligeras cosquillas que no se molestaba por evidenciar.
Jaemin se removió apenas y apoyó el mentón sobre el dorso de su mano encima del pecho ajeno, viendo directamente el rostro apacible de Jeno que le devolvió la mirada. Se quedaron unos segundos mirándose fijamente, admirándose mutuamente.
— Eres precioso —le dijo el castaño, acariciando la frente ajena con suavidad, causando una ligera sonrisa en el otro chico.
— Y tú eres perfecto —le respondió enseguida.
Inevitablemente, los ojos de Jaemin se fueron poniendo más brillosos mientras lo miraba, y Jeno se preocupó al instante.
— ¿Qué ocurre? —preguntó alarmado, y enseguida lo vio sorber su nariz cuando comenzaron a salir las primeras lágrimas. El rubio se sentó bajando la mirada, y Jeno no dudó en imitarlo sin perder la preocupación —. Jaemin, ¿por qué lloras?
— Me encanta tenerte así —le dijo con voz temblorosa. Alzó la mirada totalmente roto, y él tuvo intenciones de abrazarlo enseguida pero supo que iba a decir algo más, así que se aguantó la necesidad —, pero ya no puedo tenerte de la forma que realmente quiero, y me duele —gimoteó herido.
Jeno alzó una mano y la depositó sobre su sonrojada y húmeda mejilla, moviendo el pulgar y secando los restos de lágrimas. Sin previo aviso, lo atrajo y juntó sus labios en un largo beso al que Jaemin no se negó para nada. Sólo sus bocas se separaron, porque Jeno pegó su frente a la suya y vio los ojos cerrados de él, disfrutando de su toque.
— No llores, sabes que no me gusta —murmuró.
Siempre le había dicho que odiaba verlo llorar, pero sólo porque no le gustaba verlo mal. Cuando Jaemin sonreía, él sentía que nada le faltaba. Amaba su sonrisa, verlo feliz.
— Lo sé —susurró pasando saliva. Abrió los ojos y lo miró con tristeza. Se impulsó un poco y volvió a juntar sus labios, sosteniendo de la nuca al castaño, no queriendo que se separara para nada.
Daría lo que fuera por tenerlo así siempre.
— ¿Alguna vez te dije cuánto te amo? ¿Y lo importante qué eres para mi? —comenzó diciendo Jeno, decidido a soltar todo. Ya no podía guardarse nada. Jaemin negó mirándolo fijamente —, te amo más que nunca, lo suficiente para querer regresar y seguir adelante contigo porqué te has vuelto todo. Eres la persona que me hace sentir cosas únicas, y a veces me daba miedo porque sentía que era muy bueno para ser real, pero eso es lo importante; que es real, al igual que tú, y mis sentimientos por tí.
