❝𝐅𝐀𝐋𝐒𝐀 𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀❞ ⎜ ❝Todos te ven como el adorable e inocente solecito, pero nadie sabe que te gusta gemir mi nombre mientras me montas y ruegas por mis marcas.❞
Jaemin es tierno y risueño con todos en el instituto, lo adoran y creen q...
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Casi ya no estaba teniendo horas de clases, en la última semana había aprobado otras asignaturas y apenas le quedaban horas de asistencia durante el día. Hoy sólo tenía sociales al inicio, y luego podía irse a casa sin problemas.
El instituto estaba siendo jodidamente aburrido y sin gracias ahora que Jaemin ya no estaba, pero al menos no debía estar todas las horas.
Se detuvo un momento cuando su móvil sonó, sabiendo que era el rubio no demoró en agarrarlo y leer el mensaje.
Jaemin: Le dije a mamá que me iré de la casa.
Primero se enojó y luego se puso a llorar porque no quiere que me vaya.
Así que cuando vengas, puede que te encuentres con un pequeño lío, Dottori. Nada serio.
Te amo muchísimo. Suerte en sociales, seguro también te va bien con esa.
No evitó reírse por lo bajo. Ya se esperaba esa reacción, porque de hecho, no fue diferente a la de su propia madre. Ésta lloró y le dijo que aún no lo veía viviendo solo, pero cuando le avisó que se iba a vivir con Jaemin, la mujer rápidamente se alivió y pasó de la tristeza y angustia a la satisfacción y alegría en un segundo.
No sabía que su madre era tan bipolar.
Esperaba que la madre de Jaemin también fuera comprensiva y no le hiciera mayor escándalo, aunque él le había dicho que se iría de todas formas.
Mientras escribía su mensaje de respuesta, no evitó mirar a su lado cuando sintió a alguien, encontrándose con Mark que lo miraba de forma insistente.
— ¿Qué? —gruñó Jeno, nada amistoso ni amable, de hecho, ganas no le faltaban para darle una patada en el trasero y enviarlo lejos.
Y pensar que se había follado el culo de Mark, el mismo que ahora quería patear para mandarlo lejos.
— ¿Qué ocurre contigo? Llevas ignorándome por una semana. No respondes mis mensajes, ni llamadas, casi no te veo en el instituto y...
— ¿No captas que no quiero nada contigo? —escupió ácido. Terminó de escribir el mensaje para Jaemin, lo envió y guardó el aparato inmediatamente mientras sacaba el último libro de su casillero y cerraba la pequeña puerta con algo de fuerza.
— En realidad, creí que estabas enojado por algo —admitió tímido.
— ¿Algo? ¿Será por tu jueguito planeado con Jaehyun? —inquirió con una sonrisa ladina, viendo palidecer el rostro de Mark —. ¿Sabes? Pensaba golpearte, porque en serio fue una mierda lo que hiciste, y el tenerme como un capricho me hizo bajar un poco el ego, pero te lo dejo pasar porque estoy de buen humor, y no voy a dejar que tú ni tu patético culo me arruinen nada —escupió con desdén.
