falsa inocencia ♡ nomin ✔

O27 (T2)

(editado)

Jaemin se mantenía acostado de lado sin decir nada. Miraba distraídamente la repisa que estaba llena de peluches, esos que a su vez estaban cubiertos de polvo porque nunca los había sacado de ahí, sólo eran adornos.

Su cabello estaba húmedo al igual que la almohada, pero no le estaba importando realmente, ni siquiera le estaba dando real importancia a la presencia de Jeno en el cuarto.

Él no se había ido, ni siquiera después de llorar debajo suyo por media hora le dijo algo, sólo le pidió que se saliera de encima porque quería bañarse, y el castaño obedeció en silencio.
Cuando salió del baño ya cambiado y recién duchado, no le dijo nada al verlo todavía en su cuarto, sentado al borde de la cama. Sólo fue y se acostó dándole la espalda, y así habían estado durante un buen rato.

— ¿Ahora me dirás que además de puta también soy una zorra? —inquirió tranquilo.

No le sorprendería si Jeno le dijera eso, ya nada le sorprendía viniendo de él.

— No —fue lo único que dijo sin moverse. Suspiró por lo bajo y se volteó, viendo la espalda de Jaemin—, sólo quiero que me digas lo que está pasando.

— ¿Para qué? —preguntó sin inmutarse. Repentinamente estaba totalmente reacio a decirle algo, sentía que Jeno no debería estar ahí, y al menos en esos momentos quería estar solo.

Quizá antes había querido estar con él y que lo ayudara a salir de todo lo que tenía encima, pero ahora que lo tenía a centímetros simplemente de su boca no salía nada. Tal vez se sentía enfadado y repentinamente receloso, recordándose lo que el castaño pensaba realmente de él.

Si estaba ahí ahora, sólo era porque le estaba teniendo pena. Ni siquiera sabía a qué había ido en primer lugar.

— Jaemin, habla conmigo —pidió paciente —, dime lo que sea.

— Estoy cansado —dijo finalmente. Le diría cómo se estaba sintiendo, no lo que estaba pasando exteriormente. Pasó saliva y apretó el borde de la almohada —, estoy cansado de soportar siempre todo. Ni siquiera sé por qué sigues aquí, no voy a ilusionarme ni nada, ¿sabes? Ya me rendí contigo, ya me fui y te dejé en paz, pero ahora apareces de la nada y no sé qué debería pensar.

— Vine porque Jaehyun me contó que algo iba mal —dijo enseguida, y al instante escuchó la risa amarga de Jaemin.

— Claro, pero sigue sin tener sentido para mi, se supone que no debería importarte lo que suceda conmigo —espetó casi con rabia.

— Te estás comportando cómo un idiota ahora mismo —suspiró el castaño, comenzando a fastidiarse.

Jaemin al instante se levantó de la cama y fue hasta la puerta, la abrió de un brusco movimiento y lo miró seriamente.