EXTRA O1

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(editado)

Jaemin sólo tuvo que mirarle la cara a Jeno para saber que estaba de mal humor

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Jaemin sólo tuvo que mirarle la cara a Jeno para saber que estaba de mal humor... bueno, su expresión ácida no cambiaba nunca, pero ahora verdaderamente demostraba el mal humor que tenía encima.

— Dottori, aguanta unos días más —murmuró Jaemin inclinándose sobre la mesa con algo de pena.

— No creo pasar de hoy —respondió el castaño apenas —, estoy harto.

El rubio iba a pedirle que se calmara, pero eso sólo hubiera sido estúpido teniendo en cuenta que él estaba igual o peor que Jeno. También estaba harto y no sabía si aguantaría mucho más.
Soltó un gimoteo por lo bajo mientras dejaba caer la cabeza sobre la mesa, suspirando frustrado, ganándose la mirada del castaño.

— Aquí está el desayuno, rayitos de sol —avisó emocionada la señora Na mientras llegaba con dos platos.

La mamá de Jeno también se acercó y les dejo el resto de cosas al par de chicos que querían morirse ahí mismo.

— Gracias, son... adorables —dijo Jeno sonriendo falsamente, disimulando su frustración.

En realidad quería agarrarlas a las dos y sacarlas a patadas del apartamento, pero enseguida recordaba que se trataba de su madre y suegra, así que mejor se aguantaba los instintos asesinos.

— Entonces, ¿hoy qué haremos? —preguntó la madre de Jaemin mientras se acomodaba en su asiento.

Ambos se miraron fugazmente con fastidio.

Llevaban cinco días conviviendo con ambas mujeres.
Jeno tenía una semana libre de la universidad, le contó a su madre de forma casual y ésta al parecer lo compartió con la señora Na, por eso ambas decidieron que era buena idea ir a visitarlos y quedarse toda la jodida semana con ellos.
Jeno se sorprendió cuando el lunes de esa misma semana estaba solo en casa puesto que Jaemin se encontraba en clases, y recibió la llamada de la mujer diciéndole que ambas estaban en la recepción del edificio esperando. Cuando el rubio llegó a casa en la tarde, se encontró con la hermosa sorpresa de ver a las dos mujeres. Él realmente se había alegrado, creyó que era visita de unas horas y que a la noche se irían, pero cuando supo que se quedaban por una semana la idea no le agradó en lo absoluto.

No era que no quisieran estar con sus madres porque en realidad no las veían mucho y a veces las extrañaban, pero el problema era que ellas pensaban que debían controlarlos incluso si los visitaban. Nada raro, ya lo tenían más que asumido, pero el real problema, lo que verdaderamente tenía a Jeno de mal humor y a Jaemin al borde del colapso era que llevaban cinco días sin sexo.

Era una situación límite.

Con las mujeres en el apartamento no podían hacer nada; eran escandalosos y tampoco querían faltarles el respeto de alguna forma, follando y haciendo todo el ruido de siempre con ellas ahí, escuchando y poniéndolas incómodas.
A los vecinos no los molestaban porque de hecho estaban solos en el piso, no había nadie a quien molestar con sus sonidos obscenos.
Habían intentado hacerlo en algún momento que ellas salieran, pero cuando trataban de sacarlas con incentivos de recorrer la ciudad o algo así, ellas les decían:

falsa inocencia ♡ nomin ✔Kde žijí příběhy. Začni objevovat