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- Bueno señores, se pueden retirar- Concluyó la morena cuando todos dieron el mismo testimonio- Les estaremos dando cualquier tipo de información, por favor necesito confidencialidad y que la prensa no se entere de nada, si a Sabrina la tiene alguien el no puede saber que estamos tras sus pasos- Concluyó mientras les daba la autorización para salir y Mark la alcanzó antes de que pudiera salir.

-¿Iras a ver el barrido?- Dijo mientras dejaba las carpetas de el bolso que llevaba en el hombro.

-Tenemos que ir- Suspiró- estamos atrasado y Debemos encontrar a la niña- Dijo mientras salían se la brigada- Antes necesito pasar a la tienda por algo de comer, estoy muriendo de hambre...

-Jefa, tenemos algo- Dijo uno de su equipo mientras le entregaba la tablet con una foto de una cinta negra en el bosque.

-Okey, vamos, necesito comer algo...- Dijo lo último mientras sentía como todo giraba.

Al llegar al bosque le entregaron la cinta en una bolsa, etiquetada como evidencia y algunas cosas más que estaban analizando.
Aquello les estaba resultando sumamente difícil ya que no tenían absolutamente nada sobre el paradero de Sabrina hasta que...

-¡Subcomisaria!- Gritó uno de los detectives indicándole a ella y Mark que se acercaran- Acabamos de encontrar algo...

En sus manos una bolsa con un blusa, era color azul con una mancha violeta o más bien aquello era sangre, sus ojos se abrieron tomándola y luego le dio una mirada sumamente seria a Mark.

-Mierda... Tenemos que encontrar a esa niña...- Dijo ella mientras se llevaba las evidencias al coche y las guardaba- Mark necesito que te quedes, tengo que ir a la Mansión Spellman.

-¿Te llevaras las evidencias?- Dijo mientras miraba guardar todo.

-Obvio que no, iré caminando quizás encuentre algo más y...- Él hombre la interrumpió.

-Esta bien, nos vemos, Morena- le guiño el ojo con simpatía mientras Lilith lo empujaba jugando.

Ella emprendió el corto camino a la Mansión Spellman, mientras no supieran si la sangre era de Sabrina no podían asegurar nada, pero se encargaría de dejar tranquila a la Zelda Spellman.
Para su suerte cuando llegó y tocó la puerta inmediatamente Zelda abrió dejándola entrar.

-Adelante...- Dijo ella dejándola entrar, el olor de aquella morena la estaba paralizando, era tan penetrante- ¿Encontraron algo? - Dijo con notable pánico.

- ¿Está sola Señora Spellman?- Dijo mientras observaba que solo solo se encontraba la pelirroja.

-Claro... Están todos trabajando...- Dijo mientras se sentaba en el sofá- Tome asiento, por favor.

-Tengo que darle una información... es sumamente delicada, necesito que no se altere- Dijo mientras miraba a Zelda, la pelirroja entró en pánico inmediatamente- Tiene que estar tranquila...

-¡Dime de una maldita vez que pasó!- Gritó mientras se levantaba.

- Encontramos en el bosque... Una blusa... era azul... con una evidente mancha de sangre- Dijo mientras veía como la pelirroja se estaba desvaneciendo.

-¡Zelda!- gritó alcanzando a sostenerla antes de que cayera al piso- ¡Mierda! Tranquila... Tranquila, estas bien, tranquila- Se sentó junto a ella en el suelo acariciando la cabeza de la pelirroja con ternura.

-No puede ser... Si ella muere yo...- Comenzó a llorar más- Por favor... debemos encontrarla...

-Le juro que no voy a parar hasta encontrar a su hija...- Dijo abrazándola para contenerla, ambas mujeres se quedaron en silencio hasta que Zelda se separó para mirarla- ¿Está mejor?

-No me trates de señora por favor, dime Zelda...- Dijo con hilo de voz- Muchas gracias- La tomó de ambas manos agradeciendo el esfuerzo que estaba haciendo por encontrar a su hija.

-No hay de que,  es mi trabajo...- Sonrió con ternura.

Policial LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora