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- n-nada- Dijo mientras se volvía a tapar la cara.

-No, no te tapes ¿Qué sucedió?- Dijo mientras la miraba a los ojos deduciendo quizás lo que había pasado, su mirada era temerosa- ¿Fue él?

-¡Qué! ¡No, no! Solo me caí,  no es nada- Se dio vuelta mirando hacia la calle para ver que ningún auto avanzaba debido al tráfico.

-Zelda, escúchame, he visto tus reacciones, tu mirada, no te olvides que estoy acostumbrada a lidiar con estos casos...y sabes quien fue la primera mujer a quien vi con ese temor en las pupilas- Dijo tomando suavemente su barbilla y haciendo que la Pelirroja se agitaba un poco por la cercanía- Mi madre... y quiero que sepas que estoy aquí,  cuando decidas hablar... No tienes que aguantar esto...- Zelda se exaltó.

-¡Por el amor de dios! ¿De que estas hablando?- Mientras se quitaba la mano de Lilith de la barbilla- Yo estoy bien, solo me caí,  nada más.

-Esta bien, esta bien, no voy a molestar- Dijo poniendo en marcha al fin el auto cuando la calle se despejo un poco para llegar al renta car.

-Hola damas ¿Puedo ayudar?- Dijo el hombre cuando las mujeres de acercaron a la recepción.

-Buenas tardes, soy la subcomisaria Lilith Wardwell, quiero saber a quien le tentaron esta camioneta- Dijo mostrándole la foto de la camioneta.

-la rentamos hace tres días a un sujeto, Era de mediana edad, dijo que su esposa lo estaba esperando y que dejaría la identificación de ella...- La buscó y se la dio a la Detective.

-¿Qué?- Dijo la pelirroja cuando vio con asombro su identificación que no encontraba por ningún lado desde hace 1 mes- ¡No, no puede ser!

-Okey señor, muchas gracias, llegará un detrctive a buscar las copias de seguridad de las cámaras, muchas gracias- Dijo llamando a alguien por celular- Necesito que vengas al renta car, y busques quien rento la camioneta el día lunes... Esta bien, la llevare a la brigada- La morena colgó haciéndole un ademán a Zelda para que se subiera al coche policial.

-Te juro que no se... eso lo perdí hace un mes incluso ya me dieron la identificación nueva...- Dijo buscándola y mostrándolo en su bolso.

-Tranquila, Zelda, todo se va a esclarecer cuando tengamos el rostro del sujeto, vamos a la brigada...- Dijo subiéndose para encender el coche.

El camino fue completamente silencioso, algo incómodo, peor en fin nada podían hacer, la pelirroja estaba echa un manojo de nervios luego de la visita al renta car.

Sabrina

-¡Sueltame! ¡Por favor!- Suplicando mientras trataba de soltarse de su amarre y llorando cuando el hombre estaba siendo un despiadado con ella.

-Chiquilla malcriada... No puedo- Sonrió- Dale las gracias a Blackwood por todo esto que te esta pasando- Le dijo mientras se acercaba a ella para amarrar una venda en su boca para que no pudiera hablar.

La niña no podía hablar y los gritos que daba eran desgarradores pero no podía hacer nada más que eso. A medida que se fue cansando el hombre comenzó a hablar de nuevo.

-Espero que lleguen con el dinero- Comenzó a reir- Por que si no pequeña... Tendré que matarte...y seria una pena matar una preciosura como tú- Comenzó a reír descaradamente cuando apretó uno de sus muslos- De tal palo, tal astilla... Quizás la siguiente sea tú madre- la besó castamente sobre la tela que cubría su boca y el se retiró.

Policial LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora