Extras y especiales (saga Evil)

UNA HISTORIA JAMAS CONTADA PARTE 2 (1/2)

La novia rebelde del demonio

Muerte de Lea y Lae

Parte 1

Erase una vez, un Ángel y un demonio

ABIMALEC

El cielo y la tierra temblaban al unisonó.

—¿Que está pasando? –La voz de Sitael sonaba inquieta– ¿nos están atacando?

—¡Imposible! –Exclamaba Gael– Ningún demonio puede cruzar la barrera, nuestros ángeles guerreros son muy fuertes.

—¿Entonces que fue esa explosión de poder? –Preguntaba Korel uno de los mas anciano del consejo– los cimientos de cada ciudad siguen temblando y se han reportado edificios caídos.

Suspiro, se levanto de su asiento haciendo que los integrantes del consejo se levantaran apuradamente, cada uno reverenciándose ante él.

—Si hay heridos manden ayuda, que los alquimistas vayan a reforzar los cimientos de los edificios dañados, que todo quede como antes. –Ordeno.

—Si señor. –Afirmas Gael.

—Pueden retirarse, excepto Sitael.

Todos salieron sin replicar, cuando estuvo a solas con una de la consejera más fiel de él fue que se relajó y cruzo los brazos por detrás de la espalda, Sitael se mantenía tranquila y serena, digna alumna de Adiria... al pronunciar su nombre su corazón dolía, suprimió su dolor para concentrarse en el asunto que tenía.

—¿Ya te hiciste cargo? –Giro un poco la cabeza para mirarla, los rasgos finos y delicados de Sitael se mantenían firmes sin doblegarse o cohibirse ante su presencia eso le gustaba de ella– este temblor no es mas que una furia de dolor.

Ella asentía, el delgado cuerpo de ella se tensaba y un pequeño e imperceptible suspiro salió de su boca pintada de rojo, la tensión era palpable en el cuerpo menudo de la consejera.

—Lo sé, mi señor. –Sitael tenia una voz delicada pero tan fría– Esta encerrado en uno de los cuartos del silencio, ha perdido la compostura desde que se entero de que las gemelas demonios han muerto.

Ahora fue el turno de él de soltar un largo suspiro, la situación no podía seguir asi tampoco debía de permitirlo, las emociones de Jeliel se estaban descontrolando que había varios daños en el mundo angelical como en el de los humanos.

—¿Has intentado hablar con él?

La bella melena oscura como la noche sin estrellas se balanceaba al compás de los movimientos negativos.

—Su aura de poder es tan poderosa que es insoportable. –Sitael se mostraba agobiada y preocupada– Aiden contiene levemente la esencia de los demonios...

Aiden... su hijo....

—¿A si?

—Si mi señor, aunque no puede mantenerlas intactas se están desvaneciendo, será cuestión de minutos que desaparezcan.

Asintió, si desaparecían por completo no habría forma de volverlas a la vida.

—Róbale las esencias a Aiden y tráelas a mí. –Ordeno. Sitael abría los ojos con sorpresa.

—Mi señor... ¿va a hacer lo que me estoy imaginando? Eso va contra todas las reglas.

Él lo sabia mas que nadie, pero él no lo haría. solo había una persona que podría hacerlo sin ocasionar un alboroto en el mundo angelical. Su madre.