Extras y especiales (saga Evil)

UNA HISTORIA JAMAS CONTADA PARTE 3

La Obsesión del Demonio.

Guerra entre el cielo y el infierno.

LEA.

—Entonces... –Lae pateaba un escombro para hacerse espacio para caminar entre las ruinas de aquel edificio en el que se encontraban. –si ayudamos a Aiden eso ¿no nos convertiría en pairas en el infierno?

Si lo veían de ese modo... siendo sincera ella tampoco tenía claro la situación en la que se encontraban, habían sido resucitadas y ahora compartían un lazo con el futuro líder de todos los ángeles y arcángeles. Se sentía muy extraño, aquella parte angelical, era una sensación de hormigueo por sus venas hasta revolotear en su pecho, desesperada se raco el pecho hasta herirse la piel, no le gustaba.

—No lo sé, Lae. –Le respondía mientras se jalaba el cabello. –No me gusta...

—Lo se. –Lae le palmeaba el hombro para tranquilizarla– aunque hay que estar alerta, no sabemos que va a pasar en cuanto el consejo de ancianos se entere.

Su estómago se apretaba y apretó las manos en puños, si pudiera mataría a todos esos imbéciles y se los comería, aunque su carne le supiera insípida y horrible, ya había pagado un alto precio por ellos... jamás tendría un hijo, ella siempre había desado uno... pero el destino se lo había recompensado con Hex. Amaba Hex con todo su podrido corazón.

—Oh... ya muero por hincarle un diente a mi rubio favorito. –Lae sonreía mientras pateaba esta vez la cabeza de un ángel caído. –¿recuerdas cuando mordía a Zakal?

Oh, por supuesto, a Hex le estaban saliendo sus primeros colmillos, ella le había dado como regalo una mordedora para que dejara de morder a Zacal que huía cada vez que Hex se acercaba. También recordaba los cambios de pañales y las ganas de Lae de comerse a Hex, al final Lae solo le mordía las pompas a Hex y este acababa riéndose mientras jugaba con el cabello rojizo de su gemela.

—¿Recuerdas cuando Hex te corto medio cabello?

Su gemela gruñía y alzaba un puño al aire.

—Hubieras dejado que me lo comiera en Vhiskall.

—¡Oye! ¡Hex es mi bebé! –Replico y empujo a Lae– ya te he dicho que los bebés no se comen.

Lae replicaba cruzándose de brazos.

—Estoy segura que si lo hubiera sazonado muy bien, también te lo hubieras comido.

—No, no, no... Hex no se come.

—Bien.

Mientras caminaban ella aprovechaba a comerse unos cuantos dedos y ojos, guardaba algunos para unos hechizos, a veces ella también pateaba algunos miembros y otras se los comía.

De repente escucho una respiración débil, Lea sacaba una navaja y la volteaba a ver.

—¿Qué crees que sea?

—No creo que sea humano... –Respiro hondo y percibió un ligero aroma a ángel, pero también olía a demonios Arácnidos, su nauseabundo hedor de veneno era inconfundible. –Es un ángel y también huele a demonios Viudas.

—Woow, ¿quieres ver quien gana?

—Si, puede que me robe la lengua del ángel, a Hex les gusta coleccionar lenguas. –Aplaudió emocionada.

Avanzaron rápidamente hasta donde se estaba desarrollando la pequeña pelea, cuando llegaron al punto de encuentro vislumbro tres Viudas, su enorme cuerpo de araña resaltaban por el color negro y rojo, sus grandes patas se movían coordinando sus movimientos con el enorme cuerpo redondo, la parte superior era el cuerpo de una mujer con piel gris, eran hermosas eso les ayudaba a atrapar su presa.