Extras y especiales (saga Evil)

Lirratz y Hex siendo un caos.

Especial de Lirrazt y axiel.

— Hex –Llamo algo inseguro al idiota de su hermano– ¿Seguro que funcionara?

Observo la bajada la montaña que tenía rocas filosos en todas partes y aún si Hex quería bajar con un trineo improvisado por ellos dos. No es que no quisiera bajar y disfrutar de la adrenalina pero esa rocas filosas le quitaban las ganas de hacerlo.

— Relajate, no vamos a morir.

Hex se colocaba en el primer asiento dejándole a él el segundo, asi para que saliera volando y muriera.

— Primero yo, quiero morir a lo último –le empujo para que se pasara al segundo asiento que no se vía tan seguro como el primero–

En vez que dejara que Hex se diera su susto de muerte... Pero no, ahí estaba él siguiendo el desmadre, ¿Porqué coño se le iba el razonamiento con Hex?. Bien, se coloco en el primer asiento y Hex en el segundo, se puso el casco y agarro bien el volante del trineo diseñados por ellos mismos.

— ¿Listo? –río Hex contentó–

— Si sobrevivimos te voy a castrar y sino, también. –dijo algo histérico– ¡listo!

Se empujaron en la nieva para deslizarse, el trineo salió disparado como flash. ¡mierda! Iban bajando muy rápido y como él estaba el volante tenía que esquivar las rocas y los árboles mientras bajaban a una velocidad de muerte.

— ¡Hex! –grito para que lo escuchara– ¿Pusisteis el freno?

— ¡No! Tu lo ibas a poner...

Giró la cabeza para ver a Hex, si él no había puesto el freno y tampoco Hex....

— ¡Dijiste que lo pondrías, idiota!

— ¡Y no me mandaste a buscar otras cosas y dijisteis que tu lo pondrías! ¡Lirrazt!

— ¡No quiero morir joven y virgen! –Grito histérico–

— ¡Soy guapo para morir así! –gritaba Hex al mismo tiempo que él–

Por lo menos no sería malo morir si tan sólo hubiera estado una vez con Axiel... O tener algo con él, pero nada, eso era lo peor. Zigzagueando por toda la bajada y a cada segundo bajaban más rápido, agarro con fuerza el volante para no perder tanto las riendas del maldito trineo.

— ¿Que hacemos? –Hablo en un tono alto y lleno de miedo– ¡Hex!

— ¡Estoy pensando! –grito Hex histérico–

— ¡No me grites!

— ¿¡Que!?

— ¡Que no me grites! –volteo a verlo enojado– olvídalo...

Por estar mirando a Hex en vez de enfrente ninguno de los dos se dio cuenta que frente a ella estaba una roca inclinada que da salto a un gran cañón donde había un montón de piedras heladas.

— ¡Mierda! –grito– ¡Hex!

Y Hex en vez de hacer algo, lo único que hizo fue gritar.

— ¡Darrow!

Y sin más, los dos saliendo volando directo al fondo del cañon helado, odiaba no tener alas así por lo menos no sufriría un desmembramiento algo temporal pero doloroso.

— ¡Hex, algún día voy a matarte! –Grito y le lanzó una patada– no hoy ni mañana pero algún día...

— Quiero verlo –río Hex mientras caían al vacío lleno de puntiagudas rocas– reza para no sufrir mucho...