cosas humanas(kamasutra)

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Especial.
Parte 2/2

Quería que esto no acabara, que aún a pesar de los siglos seguía amando a ese arcángel, él le hacia sentir cosas que ni su gran conocimiento lograba entender.

El fuerte brazo de Abimalec le rodeaba la cintura de una forma muy posesiva, estaban desnudos con sus cuerpos muy unidos, sus pieles húmedas acariciandose haciendo una fricción algo placentera.

Se habían quedado dormidos después de tener sexo, Adiria quitó con sumo cuidado el brazo sobre su cintura, se levanto para ir al baño donde se hecho agua en la cara.

Hizo a un lado su cabello negro, tenía los ojos de un gris nuboso eso pasaba cuando sus donde estaban al límite de sus emociones, podía ver su reflejo en el espejo tenía hinchados los pechos y algo rosados al igual que los labios.

Salió del cuarto de baño, Abimalec seguía dormido como sino tuviera temores ni miedo, se puso un vestido negro largo que cubría hasta sus pies, corte en v de la parte delantera.

Salió a la sala donde Aless estaba sentado con una fría mirada, no lo había sentido llegar, se preparó para enfrentarlo.

— Magistral –saludo– A que debo su honor.

— Adair –saludo Aless– me sorprende verte también después de semejante desliz de tu emociones.

Se inclino para recoger un libro, no iba darle la oportunidad para destrozarla.

— Como todo ángel, mi señor –respondió tanquilemtete– hay brechas que no se pueden reparar aún si seas un arcángel de alto nivel.

— Y es mucho más sorprendente viniendo de ti, eres la arcángel mas fría, lógica y pragmática que haya conocido, un desliz significa locura.

Giró la cabeza, enfrentó la fría mirada de esos ojos negros. Aless era un magistral, un arcángel de algo nivel que ayuda a Abimalec en las decisiones.

— Disculparme si no concuerdo con su teoría, magistral. ¿Usted conoce la locura o indicios de la locura? –lo enfrentó– lo locura puede ser más veraz que la propia realidad, un ser en el plano de la locura puede ser más pragmático y lógico que uno normal, ahora, ¿usted no ha sido débil en su don? –los ojos del magistral brillaron de ira– ambos sabemos que si, y como todo ángel ha hecho cosas que no nos enorgullecen y usted más que nadie no es digno de hablar sobre debilidad.

— Tienes razón Adair, son errores. –admitió Aless– pero ambos sabemos que tu estas más allá de la redención del señor, un paso en falso y tu condena estará lista. Y no soy el único que anhela tu muerte. 

Lo sabía, no era estúpida. El consejo anhelaba deshacerse de ella la consideran una peligro para las tres razas. Un paso en falso y estaría condenada a la pena de muerte, mandarían a los exterminadores por ella.

— Sería estúpido de mi parte no saber eso, magistral.

— Me decepcionaría que no fuera así, ahora dejemosno de formalidad Adair –espeto el magistral– te creí más lista como para volver a cometer el mismo error.

— Lo que yo haga no te incumbe.

— No, te he mandado futuros consortes los cuales has declinado con una frialdad que hiere la dignidad de los hombres.

— No tengo intención de tener un consorte.

— Tus palabras carecen de verdad –vio sonreír a Aless– rechazas a otros pero a la primera le abres las piernas a mi hermano.

Un golpe bajo, apretó el libro que tenía entre sus manos.

— Ah, la mejor siempre es Azair, la  única digna. Pero sino mal recuerdo Aless tu la amabas... o la amas.

Extras y especiales (saga Evil) Where stories live. Discover now