Parte 2/3
— ¿Un humano?
Se mordió el labio mientras veía la ira fluir en los ojos agua marina de Riley, podía sentir las emociones, la ira, el odio, la burla...
— Si...
— ¿Eso es lo que quieres? Vivir una mortalidad... ¿tan si quieras sabes que es ser humano?
— No... Pero...
— No puedes ni hacer nada sin echarte a llorar, Faith. Eres débil, frágil, ignorante al mundo humano.
— ¡Yo lo amo! –Grito– él me ama...
— Bien. Si eso es lo que quieres. –Riley se acerco a ella, le vio ponerle una mano en la cabeza– Que dios se apiade de ti, ahora...
Que...
Riley le arranco una de sus alas de un sólo tirón, sintió como si le arrancarán el alma... Grito llena de dolor y podía sentir algo cálido bajar por su espalda e intentó empujarlo pero él era mucho más fuerte, desesperada quería alejarse... Su otra ala fue arrancada de igual forma, grito llena de dolor hasta caer al suelo toda llena de sangre y dolor, las lágrimas le empañaban las vista.
— Eso es lo que querías, ahora eres una humana y como tal serás juzgada. –Vio como Riley hacia quemar sus alas con el fuego celestial, comenzó a llorar más fuertemente– Desde ahorra Faith vive tu vida, eres una más del monto de humanos.
Se levanto toda herida y adolorada, iba a decir algo cuando el suelo bajo sus pies se fragmentaba hasta abrir un hueco, miro horrorizada a Riley que la miraba con seriedad.
— Tu lugar es el mudo humano.
Grito, grito hasta quizás herirse la cuerdas bucales mientras caí sin misericordia, iba a una caída dolorosa, por eso decían que caer de la gracia era doloroso, porque todo lo que fuiste se iba volviendo humano a cada segundo...
Podía ver las estrellas, las ondas cósmicas que hacían maravilloso el universo, era hermoso y doloroso todo al mismo tiempo. Jadeo al verse parada en mitad de un callejón semi oscuro, el ruido de los automóviles, el paso de la gentes, y voces, voces que venían siendo diferentes que hacían todo esto algo nuevo, ella era diferente, un cuerpo más humano, con sus virtudes y debilidades, todo era mucho más profundo, algo que no podía describirse con palabras... respiro hondo para calmar el millar de emociones que la sobrecogían de una forma desgarradora que se sentía casi ahogada y llena, soltó el aire lentamente para poder concentrase en que debería hacer; camino con pasos irregulares mientras se acostumbraba a un cuerpo más pesado y lleno, se sentía extraña. Al llaga a la salida del callejón busco algo con lo que referenciarse, estaba justo en frente del bar de Tanos. Escucho música, un grupo de ancianos estaba tocando un canción cajun, los niños bailando al son de las notas, sonrió. Los humanos eran una creación imperfecta que los hacia ver perfectos, esas imperfecciones los hacia único, su fuerza de voluntad para salir a delante era... Sorprendente.
— ¿Por que esa cara?
Dio un ligero brinco al escuchar la voz de Blake, con la mano en el corazón se giró hacia él, estaba vestido de un forma que le hacia ver tan elegante y anodino, su cabello rubio estaba alborotado, tenía los ojos tan azules que parecían irreales.
— Me han echado de casa. –Dijo de forma triste– Quería saber si... Este... Conoces un lugar donde pueda...ir.
Él le acaricio la mejilla con suavidad, su mano se fue desplazando del rostro de ella hasta el cuello donde el dedo pulgar le acaricio donde latía el pulso.
— ¿Porqué te han echado de casa? –Blake le miraba con algo se seriedad–
— Rompí las reglas...
