Palabras oscuras

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ESPECIAL

Lirrazt.

¿Siempre había una primera vez para todo?
Tambaleando se llego hasta su cama, maldición no debería emborracharse en estas circunstancias.

El techo daba vueltas y gimió, se había pasado de copas, casi hizo un drama a Alexander, él chiquillo no necesitaba saber se su patética vida de demonio.

Había intentado tener sexo con varios hombres, la cosa era que de principio a fin rodeado sexual no le llegaba así que todo acababa en una maldita patética charla y cada maldito segundo se debilitada.

— mierda, ¿así o más patético? –se digo así mismo de manera acusadora– al paso que vamos, voy a morir.

Giró sobre su costado y todo dio un giro de ciento ochenta grados, mierda, se agarro del borde el colchón justo antes de caer, hasta borracho era patético.

Algo brilloso capto sus ojos, parpadeo y vio la pulsera de oro que axiel le había dado al inicio de su relación desde ese día siempre la hubo cargado , apretó los dientes irritado y se empujo para caer de espaldas sobre el colchón.

— ¿soy masoquista? –se pregunto y la repuesta fue el silencio en su habitación–

Podía responderse pero no quería escuchar la respuesta, hostigado se quitó la corbata luego el sacó y por último la camisa todo fue directo al suelo sin más; con movimientos temblorosa se desabrocho el botón de pantalón.

Podía masturbarse pero eso no ayudaría a la causa de su estado, dejo caer sus manos a cada costado y miro el techo, no había nada ahí plasmado ni una figura nada, sólo el blanco puro de la pintura, el ventilador de techo girando lentamente para darle fresco al interior.

Se incorporó algo mareado o mejor dicho borracho, todo daba vueltas como un carrusel... Oh, iba a vomitar, ¿así o más  patético?

Trastabillo al dar unos pasos, intentó mantenerse firme pero la cosa resultaba difícil cuando todo a su alrededor daba vueltas, se rasco el cabello rojizo así enredandolo más de la cuenta.

Llego al baño por obra del Espíritu Santo, soltó una risita, irónico que hablara del bien cuando el era todo lo malditamente contrario.

— chúpate esa –mascullo a la nada– mierda, está bien...

Se había golpeado en el dedo chico contra la pata de la mesilla que había en el baño ¿porque diablos había una mesa en el baño? Oh, ya recordaba.

En fin, se apoyó en el lavabo de mármol negro y vio que su piel se reflejaba en el mármol. Soltó un risita amarga y se vio al espejo, estaba demacrado, más delgado, ojeras en pacas palabras estaba hecho mierda hasta creía que una mierda se vería mejor que el.

— soy una asco –se digo así mismo– la puta mierda que es mi vida.

— estoy de acuerdo contigo –dijo una voz detrás de él–

Su corazón trono de una forma doloroso al identificar esa voz que tanto dolor y felicidad traía a su ser.

Unos ojos rojos como la sangre y de aspecto felino lo recorrieron de arriba abajo sin pudor alguno, hizo una mueca pero jamás dejo de enfrentarse a esos ojos demoniacos.

— ¿vienes a ver lo patético que estoy? –inquieto amargamente– hala, ya lo viste ahora larga te.

Exigió a sus ojos a dejar mirar a axiel, abrió el grifo y se lavó la cara con la intención de ignorar la presencia de su ex amante pero la cosa no iba a lo que el quería, el maldito hijo de puta le toco el hombro y no pudo evitar tensar cada músculo, guió si mirada al espejo para verlo.

Extras y especiales (saga Evil) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora