15 | Harper

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Cuando llegamos al club, la cola para entrar es inmensa

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Cuando llegamos al club, la cola para entrar es inmensa.

—Nos va a tocar esperar —dice James antes de coger mi mano y llevarme hasta la cola.

Nos colocamos detrás de un grupo de chicas y pasamos el tiempo poniéndonos al día. Desconecto un momento de la conversación y le doy vueltas a lo que le tengo que decir a James. Ahora no es el momento adecuado para decírselo, pero en cuanto estemos dentro, en la pista de baile, pienso gritarlo a los cuatro vientos.

—Bueno... No he tenido la oportunidad de decírtelo, ya que quería hacerlo en persona, pero me han elegido como quarterback de mi equipo.

Espera un momento... ¿Qué acaba de decir?

—¿Qué? —digo con un tono de voz débil.

—Soy el quarterback, me imagino que no dudarías ni una pizca de mi capacidad para conseguirlo.

Mierda, mi plan se ha hecho añicos.

—Claro que no, enhorabuena, James.

¿Qué voy a hacer ahora?

Una voz en mi cabeza me grita que se lo diga, que no pasa nada y que debe saberlo, pero sé que si se lo digo arruinaría todo lo que ha construido estas semanas. Fastidiaría su sueño y ahora que es quarterback del equipo no va a querer renunciar al puesto por mí ni por el bebé.

Para James ser quarterback es tan importante como para mí la pizza. Bueno la comparación ha sido horrible, ya que no es lo mismo, pero me habéis entendido.

La cola avanza y nosotros también.

Se me ha formado un nudo en el estómago. ¿Debo tomar la decisión yo sola? ¿Debería hacer caso a mi madre?

Estoy hecha un lío.

—Harper —Escucho su voz y levanto la mirada rápidamente. James está junto al guardia de seguridad y lleva dos entradas en la mano.

Me acerco y el portero quita el cordón de terciopelo para dejarnos pasar. Avanzamos por un oscuro pasillo, apenas iluminado por una bombilla azul, y James rodea mi cintura con su mano para que no me separe de él.

Su tacto se siente tan cálido. En cuanto lo he visto en el aeropuerto y lo he abrazado desaparecieron todos los muros que sentía entre nosotros, pero después de saber que ha conseguido aquello que le hace tan feliz, vuelven a estar presentes.

Más que nunca.

James aparta la cortina y los destellos de luz nos ciegan por un momento, pero pronto vemos la pista de baile, la cual está llena de gente bailando y pasándoselo bien.

—¿Qué quieres tomar? —Me pregunta alzando la voz.

—Un refresco.

—¿Qué? —Me pregunta sorprendido—. ¿Quién eres tú y que has hecho con Harper?

Harper & JamesWhere stories live. Discover now