35 | Harper & James

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Han pasado dos años desde que nos hicimos esa promesa

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Han pasado dos años desde que nos hicimos esa promesa. Desde entonces nuestra relación ha vivido muchos altibajos, pero también hemos pasado tantos buenos momentos que nunca me arrepentiré de todo lo que hemos construido juntos.

Conocer a James me dio esperanzas y me hizo comprender que yo también puedo ser amada. Tal vez me enganché demasiado a lo que teníamos, porque me sentía sola y necesitaba a alguien que estuviera ahí para mí, ya que mis padres nunca lo estuvieron.

Es por eso por lo que sufrí tanto cada vez que me separaba de él. James se volvió una parte importante de mi vida desde que nos conocimos y lo sigue siendo ahora.

—Es la hora —dijo James a mi lado, con una enorme sonrisa en los labios.

Todavía no me lo creo, vamos a ser padres.

Soy tan feliz.

El momento del parto fue eterno y doloroso y aunque estaba segura de que no iba a ser como en las películas, nunca me imaginé que iba a pasarme dos horas sin parar de gritar. Incluso la mano de James acabó completamente roja e hinchada de lo fuerte que le apreté.

Estaba tan cansada por el dolor, que por un momento sentí que me iba a desmayar, pero en cuanto escuché el llanto de nuestra pequeña, todos mis sentidos se activaron de nuevo.

—Lo has hecho genial, cariño.

Solté un largo suspiro y me dejé caer en la camilla del hospital. James no soltó mi mano en ningún momento y acercó sus labios a mi frente para darme un beso.

No tengo palabras para describir lo que sentí cuando cogí por primera vez a mi pequeña en brazos. Estaba envuelta en una toalla y tenía la piel roja, incluso hubo un momento en el que su pequeña manita rodeo mi dedo y no pude evitar llorar de emoción cuando vi la ilusión que desprendía James al mirarnos.

—Vamos a quererte y cuidarte mucho mi pequeña —Acerqué mis labios a su frente y le di un pequeño beso que me llenó de felicidad.

Cuando regresamos a la habitación, mientras le hacían una pruebas a nuestra bebé, descubrimos que el lugar estaba llenó de regalos y de globos felicitándonos por la llegada del bebé. Nos visitaron el padre de James y nuestros amigos y aunque me lo esperaba, me dolió mucho que mis padres no vinieran a conocer a su nieta.


Han pasado dos días desde entonces y James sigue tan ilusionado como el primer día, tanto que no ha soltado a nuestra pequeña ni un segundo. Solamente lo ha hecho cuando tenía que cogerla yo para darle el pecho.

Somos muy afortunados porque el padre de James insistió en hacerse cargo de la factura de nuestra estancia en el hospital, pero hemos prometido devolvérselo pronto. Han sido unos días muy agradables porque James y yo hemos podido pasar mucho tiempo con la bebé, pero lo bueno tiene un final y ya me han dado el alta.

Harper & JamesWhere stories live. Discover now