42 | James

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—¡Marchando un café solo con extra de cafeína! —grita Brandon, llamando la atención de todos los clientes

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—¡Marchando un café solo con extra de cafeína! —grita Brandon, llamando la atención de todos los clientes.

Aunque está de espaldas a mí y no puedo verle, conozco muy bien a mi amigo como para saber que acaba de guiñarle un ojo a la clienta que está detrás del mostrador.

Desde que comenzamos a trabajar en esta cafetería, las chicas hacen cola para ser atendidas por uno de los dos. Como a mí no es algo que me importe mucho, dejo que Brandon se quede en la barra, atendiendo a los clientes, y yo me encargo de preparar los cafés.

—Necesito un descanso —me comenta Brandon, después de haber atendido a todos los clientes que estaban haciendo cola—. Voy a salir a fumar un rato, ¿te vienes?

—No, yo te cubro.

Brandon y yo nos organizamos muy bien en el trabajo y lo sorprendente es que lo encontramos por pura casualidad.

Hace unos días, con algunos chicos del equipo, deambulábamos por el campus en busca de un café que nos hiciera despertar un poco. Pasamos justo enfrente de esta cafetería, que buscaba personal para trabajar, ya que había abierto recientemente en el campus.

Aunque fue un poco improvisado rellenamos una solicitud y la encargada, Emily, nos hizo un par de preguntas en una entrevista y aquí estamos, sirviendo cafés para llevar. Es un trabajo para estudiantes, solo trabajamos por las tardes y aunque no se cobra mucho el dinero nos viene muy bien la verdad.

Harper de momento ha rechazado el dinero de su padre para el alquiler, porque con mi trabajo a media jornada y las clases particulares que está dando ella, no lo necesitamos. Pero si en algún momento nos viéramos agobiados, no dudaremos en pedírselo.

—Ya estoy de vuelta —Informa Brandon, saltando por encima de la barra y colocándose frente a la caja.

—Perfecto, porque ahora el que se va soy yo.

—¿Cómo que te vas? —Brandon me sigue hasta el cuartito de los empleados.

—Me voy a hablar con el entrenador —Le informo mientras me quito el delantal y lo dejo dentro de mi taquilla.

Me cambio los pantalones de trabajo por unos cortos, la camiseta, con el logo de la empresa, por una de manga corta básica y meto la ropa dentro de mi mochila. Aunque ya es casi de noche, afuera sigue haciendo mucho calor.

—¿Ahora?

—Sí, ahora, tenemos una conversación pendiente. Ya he hablado con Emily, mañana recuperaré las horas perdidas. Así que, nos vemos luego.

—¡No es justo! —me grita Brandon mientras me voy alejando de él.

—¡La vida no es justa hermano, lo aprenderás tarde o temprano!

Nada más salir a la calle, el calor veraniego me hace sudar. Se estaba mucho mejor dentro de la cafetería con el aire acondicionado.

De camino al despacho del entrenador, pienso muy bien lo que voy a decirle. Me ha costado mucho tomar esta decisión, pero ya está tomada y no puedo echarme atrás ahora, tampoco voy a permitir que me convenza de lo contrario.

Harper & JamesOù les histoires vivent. Découvrez maintenant