Harper & James

29 | Harper

Las navidades este año han sido peculiares.

Mi plan era viajar a Seattle y pasar unos días con mis padres durante las vacaciones, pero tras nuestra discusión tuve que eliminar esa idea de mi mente. Es el primer año que no las paso con ellos y aunque no solían estar en casa, he notado su ausencia.

Desde el pequeño incidente, James me ha cuidado y se ha preocupado mucho por mí. Hemos estado solos en casa y hemos aprovechado para comprar los muebles y montar la habitación del bebé. Él se ha encargado de cocinar estos días y no hemos hecho mucho más además de cocinar galletas, decorar la casa y ver películas navideñas en la televisión.

Es por eso por lo que no me gusta que el tiempo pase tan rápido cuando mejor me lo estoy pasando bien, porque tener que volver a clase y a una universidad que no conozco, no me gusta nada.

Salgo de la ducha y entro en nuestra habitación para vestirme. Cojo la ropa que me dejé preparada anoche, me paso la blusa por la cabeza y me abotono rápidamente el peto beige. Espero poder disimular un poco la barriga, porque está más abultada con cada día que pasa.

No quiero esconder que estoy embarazada a nadie, pero tampoco quiero ir gritándolo a los cuatro vientos.

Me miro en el espejo y compruebo que todo está correcto para afrontar un nuevo día de clase.

—Buenos días —Mi mirada rápidamente se encuentra con la de James, todavía está tumbado en la cama y por lo que veo no me ha quitado el ojo de encima desde que he empezado a cambiarme—. ¿Te vas ya?

—Sí, no quiero llegar tarde al campus.

Meto mi portátil en el bolso, lo cargo sobre mi hombro y doy media vuelta para acercarme a la cama. Me inclino hacia James, para darle un beso de despedida en la mejilla, pero él de un tirón me hace caer encima de su cuerpo.

—¿Me ibas a dar solo un beso en la mejilla? —Me pregunta acercando sus labios a mi oído, me da un pequeño mordisco y consigue estremecerme.

—Llego tarde...

Su boca cubre la mía y nuestras lenguas no tardan mucho en encontrarse. Aunque estoy disfrutando de esta dulce despedida, tengo que apartarme.

—¿Nos vemos para comer? —Le pregunto, de camino a la puerta.

—Tengo entrenamiento, pero llegare pronto a casa para preparar la cena. Lo prometo.

—De acuerdo, te quiero.

James sonríe y hace el amago de levantarse para volver a atraparme en la cama, pero no sé cómo acabo corriendo hacia la puerta y él no consigue atraparme. Seguramente no haya hecho mucho esfuerzo para correr detrás de mí, porque seguro que me atraparía.

—¡Yo también te quiero! —Le escucho gritar desde la habitación, justo cuando cierro la puerta tras de mí.

El camino hasta el campus es tan corto que solo tardo cinco minutos en llegar andando. Tengo tiempo aún, así que me paso por secretaria para recoger mi horario y aunque el mapa de la facultad está muy bien explicado, me cuesta localizar la primera clase.

La mayoría de los asientos están libres, pero también es porque he venido media hora antes de que empiece la clase. Me siento en la fila del centro y dejo mi portátil encima de la mesa.

Mi mirada se cruza con la de varias personas y no puedo pasar el detalle de que todos se fijan en mi barriga. Los nervios están pudiendo conmigo y tengo que limpiarme el sudor de las manos.

¿Me estarán juzgando?

Algo golpea mi espalda y cae al suelo. Me agacho con un poco de dificultad, ya que mi barriga me impide doblarme mucho, y recojo una bola de papel. La desdoblo con cuidado y leo atentamente lo que hay escrito en ella:

¿Embarazo no deseado? Alguien no se preocupó mucho por la protección.

Giro mi cuerpo y alzo la mirada para encontrar al dueño o dueña de la nota. Mi mirada recorre varios rostros y nada más ver la risa maligna que tiene en la boca, sé que ha sido ella. Se encuentra dos filas más atrás de mí, riéndose con sus amigas.

Me pensaba que las tonterías de instituto terminaban al llegar a la universidad, pero ya veo que no.

El resto de clases de la mañana trascurren sin ninguna incidencia destacable. Nadie se ha acercado a hablar conmigo y si lo han hecho es para preguntarme cosas de las que ni quiero acordarme. Aquí todo el mundo se conoce y yo solo soy la nueva chica embarazada.

Está claro que no encajo.

Al mirar los asientos libres, que había a mi lado en las clases, me he dado cuenta de lo mucho que echo de menos a Lía, porque con ella las clases se hacían soportables. Le mando un mensaje para contarle lo horrible que ha sido mi día y rápidamente me contesta haciéndome sentir mejor.

Al llegar a casa, me preparo un plato de pasta con tomate y en cuanto termino de comer, me tumbo en el sofá para dormir un poco. Me despierto unas horas más tarde cuando escucho la puerta principal abrirse.

James deja su bolsa de deporte en la entrada y me aparto para dejarle un hueco en el sofá, se tumba conmigo y rodea mi cuerpo con sus brazos.

—¿Qué tal te ha ido en tu primer día de clase? —me pregunta, a la vez que deposita un beso en mi cuello.

—Ha sido horrible. Nadie se ha acercado a hablar conmigo y he sido el centro de las miradas de toda la clase, hasta ya tengo una enemiga.

—¿Una enemiga? —Se ríe—. La gente en la universidad va a su rollo, no creo que...

Rebusco en el bolsillo de mi peto y doy con la nota que me ha tirado, se la entrego a James y dejo que juzgue la situación él solito.

—Vaya, hay gente que no tiene vida propia. No les hagas caso.

—Esto es lo que menos me preocupa —Me incorporo y me siento en el sofá. James hace lo mismo—. No me gusta estar sola en la clase, con Lía al menos me lo pasaba bien.

—Seguro que eso cambiará pronto —Me da un beso en la frente y eso consigue tranquilizarme un poco—. ¿Preparada para la gran cena que tengo preparada para ti esta noche?

—Preparadísima.

¡Hola!

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Preparaos porque en unos capítulos haré unos flashback para que conozcáis la historia de como se conocieron Harper y James, 😍😍

Nos leemos la semana que viene.

Con cariño, Alice♥