Harper Edwards nunca había imaginado que acabaría enamorándose de James Howard, pero las vacaciones de verano han sido muy largas y les ha permitido conocerse mejor. El problema es que ninguno de los dos se ha atrevido a admitir lo que siente el uno...
Te escribo esta carta porque no te llegan mis mensajes y siempre que intento llamarte me aparece que tu número no existe. Sé que parece un acto un poco desesperado por mi parte y que no la leerás, como todos los mensajes que te he enviado, pero esta es la única manera que tengo de hablar contigo.
Es sorprendente como la vida pasa tan rápido ante nuestros ojos. A veces pienso en como habría sido mi vida si James no hubiera estado en ella y estoy completamente segura de que es el amor de mi vida. Nos juramos amor eterno y estoy dispuesta a pelear por él hasta el fin del mundo.
Pero bueno, voy a dejarme de cursiladas que no te estoy escribiendo para contarte eso. Me gustaría que supieras un poquito que ha sido de nosotros en este tiempo.
Tras nuestro segundo año de universidad los años fueron pasando sin pena ni gloria. Tardé más de lo que esperaba en sacarme la carrera, pero quería estar para Charlotte en sus momentos más importantes y, tal y como me enseño papá, no es tan importante la rapidez sino la constancia.
Tras hacer las prácticas en un hospital y acabar los cuatro años de carrera decidí especializarme en pediatría durante la residencia. Tras años duros de esfuerzo y trabajo preparándome, esta semana comienzo mi primer día de trabajo como pediatra en un hospital.
Te prometo que me esforzaré para ser la mejor.
James se graduó antes que yo en empresariales y lleva siete años trabajando a distancia para su padre. Hay veces que tiene que viajar a Seattle y esos días aprovechamos para visitar a papá. Es una pena que nunca estés en casa cuando vamos.
James y yo seguimos viviendo en Detroit junto a nuestros dos hijos. Sí, dos hijos, porque después de Charlotte vino Jared. Imagino que papá te habrá hablado de él, pero me gustaría que lo conocieras algún día. Jared es un niño hermoso, tiene dos años y se lleva genial con Charlotte, que ya tiene diez años.
Nos esperamos un poco para tener a otro bebé, ya que Charlotte nos daba mucho trabajo y preferíamos terminar nuestras carreras antes de ampliar la familia.
La vida de mis amigos ha cambiado mucho en este tiempo mamá.
Madison y Dylan se han ido a vivir juntos a Nueva York e incluso se han casado. Estuvimos en su boda hace poco. Madison ya ha terminado su último año de residencia y nos ha dado la gran noticia de que están esperando su primer hijo. La carrera musical de Dylan sigue viento en popa, aunque creo que se va a tomar un tiempo de descanso por el bebé.
De Erika no sabemos mucho, desde que se fue a vivir con su pareja. No da apenas señales de vida. Supongo que se encontraran en esa etapa en la que estás en una luna de miel continua.
Me encantaría que conocieras a Camila y Jorge, los conocimos aquí en Detroit y son gente maravillosa. Están viviendo su mejor momento. Su bar comenzó a dar tantas ganancias que han podido abrir un restaurante familiar en el local de al lado. James y yo vamos todos los sábados a cenar con Charlotte y siempre está lleno.
Espero recibir noticias tuyas pronto, te echo de menos.
Te quiere, Harper.
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