vida en el castillo

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Los días en el castillo Tomlinson podían llegar a considerarse monotonos y aburridos; se carecía de emoción alguna, sin ningún tipo de novedad ni nada que pudiera entretener sus oídos. Por eso adoraban cuando los hijos de los reyes volvían, aunque eso sucediera precariamente.

Siempre llegaban a oír alguna anécdota o rumor de alguno de los cuatro.

Niall y Asthon se habían convertido en expertos del espionaje, podían deslizarse por los pasillos sin que nadie sintiera o notara su presencia y su agudeza auditiva era perfecta. Digna de cualquier guardia experto.

El príncipe Luke había destacado en su internado; lo alagaban por sus modales exquisitos y amabilidad, todos comentaban que era una lástima que el no fuera el mayor para así poder ser el sucesor al trono. De igual forma, no destacaba en los estudios básicos como matemática e historia, los cuales eran cruciales para esa tarea. Su internado estaba en tierras cálidas, antes asistian solo omegas a la institución del sur, pero desde que la reina se casó con un alfa las puertas fueron abiertas para ese género también.

El príncipe Zayn; el adoptado. Carecía de gracia según la boca ajena, era un muchacho callado y reservado; considerado arrogante y pretencioso por sus allegados más cercanos. Aunque también se alababa su sentido del humor en ciertas ocasiones. Era un príncipe con porte, siempre iba arreglado y sin un pelo que se le saliera de su lugar. Sus calificaciones variaban, pero nunca eran malas; iba al mismo internado que su hermano Louis en tierras elevadas. El instituto era mixto.

Al príncipe Louis se lo catalogaba con un alfa amable y pícaro, un tanto bromista. Habían llegado múltiples cartas de sospechas hacia su comportamiento en horarios que no eran de clase pero nunca se podía confirmar nada, y como sus calificaciones eran exquisitas ,no se le daba mucha importancia a sus actividades extracurriculares. Siempre que volvía al castillo llevaba consigo un regalo tanto para sus padres como para ciertos miembros de la servidumbre.

Siempre en navidad los omegas recibian unos cuadernos muy lindos de su parte y unas lapiceras de colores brillantes por parte de Luke.

La pequeña Perrie era la única que superaba a su hermano Louis en conducta, comportándose siempre a lo contrario de una princesa. Era tal su comportamiento que ,a pesar de sus excelentes calificaciones, terminaba siendo expulsada de los internados únicamente para princesas alfas. Se decía que era lengua larga, confianzuda y exageradamente directa, aunque también presumía de la amabilidad de sus hermanos de sangre.

Los omegas siempre tenían un regalo con su nombre por parte de ella, pero las nanas siempre aseguraban que era mejor que no los abrieran hasta que los revisaran.

La servidumbre carecía de cualquier tipo de extravagancia a la hora de vestirse, siempre con sus impecables trajes de tonalidades cremas y azules. El porte de las Nanas siempre era pulcro y sus modales eran exquisitos, sobretodo el de las más jovenes. Y todos se comportaban de la misma forma la mayoría del tiempo, queriendo ser serios y silenciosos.

Cuando la realeza se iba a dormir era cuando de verdad podían sacar sus personalidades al exterior.

Los cocineros les preparaban postres con mucho gusto, al igual que las señoras de limpieza les guardaban el secreto cuando manchaban alguna pared, piso o ropa con alguna acuarela que sacaban de la biblioteca a escondidas. La mayoría de nanas eran muy tiernas, incluso Katherina lo era cuando se lo proponía; pero ninguna se comparaba a Caridad.

Caridad era la nana de Harry. Todos alegaban que fue perfectamente elegida para el porque el cachorro también era adorable y bueno como ella.

Asthon no desobedecia nada de lo que se le decía, dejando de lado algunos momentos en los que Niall lo llevaba al lado del mal, le gustaba seguir el orden de las cosas sin juzgarlo al igual que Katherina.

El reino (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now