admitir

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Faltaba un rato largo para que amaneciera, la luna aún era la encargada de iluminar el cielo y los grillos estaban haciendo un gran trabajo en el jardín de primavera, deleitando con sus soniditos a cualquiera que quisiera salir a dar una caminada pre-amanecer.

Harry se aferró un poco más al cuerpo bajo el cuando este se removio y froto la nariz contra la tela mientras que intentaba pasar a la vigilia, se quejo cuando cayó a un lado de la cama para yacer a un lado y no encima del principe.

Hizo un puchero y se tapó más con la mantas mientras de giraba para ver hacia el otro lado.

Había estado demasiado comodo, no había tenido la necesidad de taparse porque el calor del mayor era suficiente y su olor lo mantenía relajado, acompañando al sueño bonito que estaba teniendo.

--perdon--murmuro Louis una vez que se metió de nuevo a la cama y se deslizó lo suficiente para poder abrazarlo desde atrás, también tapándose de paso.--bebi demasiado vino en la cena.

Harry, ofendido por haber sido despojado de su almohada más comoda; osea el principe, le restó importancia con un encogiéndose de hombros en un vago intento de alejarlo. Louis sonrio desde atrás y se inclinó lo suficiente para besar su mejilla.

El rizado ronroneo gustoso cuando los mimos que le proporcionaban los labios del alfa fueron bajando por su mejilla hasta llegar al cuello. Por aquel instinto, que solo le había nacido desde que conoció al principe, inclinó la cabeza un poco más para permitile más acceso hasta donde el quisiera llegar.

Su cuerpo tembló mínimamente ante la lamida en donde su pulso latía y sonrio.

--estas muy mimoso.--remarcó en un fingido fastidio--no hay punto medio para ti.

Se encogió un poco cuando Louis gruño, el toque se esfumo casi al instante.

--primero con que soy muy atrevido y ahora con que soy muy mimoso--volvió a gruñir--basta.

Harry alzo ambas cejas al oirlo y se volteo rápidamente sin salir de la protección de las mantas, el olor de Louis se había vuelto un poco más fuerte. Vio al principe dejándose caer frustrado en la cama mientras se masajeaba las sienes. Un puchero involuntario creció en su boca sin poder evitarlo, se movió rápido, y sin pensar, hasta estar pegado a él y lo obligo a que lo abrazara por los hombros.

Que se calme.

--¿que hice?--pregunto bajito mientras llevaba la nariz hacia la mejilla ajena.

--nada, perdon--se disculpo apenado y se permitió suspirar cuando el menor presionó un beso--en 2 días es mi celo y siempre me pongo de un humor terrible, solo que esta vez es peor y sumandole el estrés de que mañana tengo que ir a ese barco...perdón, me las agarre contigo--arrastro delicadamente al omega desde la cintura hasta que estuvo encima de el y beso su frente--ni siquiera amanecio, no estaba pensando. Perdoname por favor.

Sonrio cuando el omega se inclinó hacia el toque de su mano. Ya estaba despabilado así que aprovecho a sentarse un poco mejor en la cama para apoyarse sobre el cabezal y abrazo al menor en cuanto se acomodo encima de el para quedar sentado también.

--lo entiendo, esta bien.--beso su mejilla--solo me sorprendiste un poco.

--ni siquiera use mi voz y temblaste---froto sus piernas; el pantalón de Harry era holgado así que no hubo mucho problema para enrollarlo hasta que quedo del tamaño de un short. Las mejillas de Harry se encendieron un poco al sentir la mano tierna del mayor sobre su piel directamente, sus ojos se movieron para ver como lo mimaba.

--tu siempre me haces temblar--solto sin pensar

Estaba demasiado perdido observando como sus piernas eran acariciadas de arriba a abajo, de a ratos los dedos del principe trataban circulitos imaginarios. Su tacto dejaba un camino de cosquillitas en su piel que por el interior se convertía en fuego para el y encendía aquella contraccion en su panza.

El reino (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now