arroyo

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Alguien debió haberle advertido al principe que los celos de Harry duraban más, que llegaban a 5 o 6 días en vez de a 3 o 4 como era habitual. Le hubieran ahorrado la ansiedad que le generó el intentar entrar a la habitación el 4to día.

Por suerte esa vez reaccionó rápido y cerró la puerta a tiempo antes de que el omega lo viera...o más bien el viera al omega, solo lo llego a escuchar en algún lugar de la habitación.

Su madre le había dado la reprimenda de su vida ¿cómo iba a abrir la puerta? Claramente no le creyó ni una palabra cuando le dijo que no lo sabia, si el se había criado en un internado con cientos de omegas que entraban en celo cuando se estresaban, debería haberlo supuesto.

Su hermano Zayn se había reído de él por horas, sobretodo al enterarse de que se negaba a abandonar la habitación del rizado.

Fue al final del sexto día que escucho al rizado quejarse antes de que cayera en un sueño por el agotamiento que le había generado el celo. El mismo se encargó de pasarlo a su habitacion; desordeno un poco todo y rompió un vaso de agua contra el piso para que el menor creyera que había pasado ahí su celo en vez de en la habitación Real.

Lo hizo para que el omega creyera que lo había pasado en su propia habitación y no se sintiera incómodo ni avergonzado por lo que pasó.

Le costó dormir en su habitación de nuevo, sobretodo porque el olor de Harry seguía muy fuerte en todos lados. No sé iba ni aunque hubiera cambiado sábanas y mantas, ni con todas las ventanas abiertas. Iba a enloquecer en cualquier momento.

Todo el estuvo intranquilo los últimos seis días. Había rechazado a Harry en celo, lo había dejado solo cuando literalmente le pidió que lo tomara; se estaba entregando a el y no hizo nada al respecto más que encerrarlo en una habitación. Por un lado se sentía pesimo, decepcionado de el mismo y su parte racional le decía que había hecho lo correcto. Gracias al cielo su celo no se había activado también, ahí no sabía que iba a hacer o reaccionar, seguro terminaba todo mal.

Un día después de que Harry finalizara su celo se levantó muy temprano para ducharse y ponerse ropa de el que no oliera al menor. El omega se había metido a su armario en alguno de esos días, probablemente en busca de su olor, por eso le fue difícil encontrar algo que no estuviera marcado.

Harry se despertó desorientado y un tanto mareado, la luz de la gran estrella de fuego estaba sobre su cara porque todas las cortinas y el dosel estaban abiertos. Estaba hecho un asco, se sentía pegajoso y sucio. Odiaba los celos y sobretodo odiaba cuando no recordaba las cosas.

Por eso se auto maldijo cuando al levantarse se clavó un vidrio en el talón del pie.

El agua de la bañera fue la que parecía que iba a ser la única amable con el. Lo recibió caliente y con espuma, tal como a el le gustaba; ni siquiera se había dado cuenta de cuánto le dolían todos los músculos de su cuerpo hasta que se sintió relajado. Su olor casi siempre se hacía fuerte con el vapor del agua, ahora que había terminado recientemente su celo era peor.

Se encargó de fregarse muy bien con su esponja y con dos barras de jabón enteros. Su olor post celo llamaba mucho la atención. Una vez había tenido la desgracia de haber salido al jardín luego del 3ero que tuvo en su vida y justo había una reunión de Lores y duquezas amigas del principe Zayn; todos voltearon a verlo enseguida a penas puso un pie en el jardín. El solo quería que la tierra se lo tragase.

Los recuerdos lo invadieron de golpe cuando al abrir su cajón lo primero que encontró fue un suéter de lana amarilla que le había tejido su nana hace unas semanas. Lo dejo caer al piso accidentalmente y se fue para atrás. ¿Por qué la vida tenía que ser tan cruel? ¿Por qué Caridad? Su segundo nombre se lo había dado ella a falta de apellido, le puso Edward porque el segundo nombre de ella era Edwin. No era lo mismo que un apellido por parte de sus progenitores pero valía más porque su nana se había tomado el tiempo de amarlo y hacerse cargo de el más allá de su deber, porque tranquilamente solo lo escoltaba y se encargaba de sus horarios si quisiera, pero ella hacia todo lo que no era necesario con toda la dulzura del mundo.

El reino (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now