6. "No soy un bebito"

68 6 0
                                    



Caleb

Thomas desliza su mano dentro de mi pantalón y mi bóxer. Mi erección crece aún más con su tibio contacto. No deja de besarme la clavícula calentando aún más mi cuerpo, en menos de lo que parece mis bóxers y los pantalones salen volando.

La cara se me calienta aún más.

-Agh...ahh-gimo débilmente.

-¿Estás seguro de esto, Caleb?-me pregunta con la voz ronca por la excitación.

-Sí.

Sin esperar nada más une sus labios con los míos; escucho la cremallera de su cierre abriéndose. Su erección choca con la mía, que en seguida comienza a frotarse contra mí. Thomas me ve a los ojos mientras se lame tres de sus dedos. Uno a uno siento como los tres entran en mí provocándome dolor al principio, pero luego sólo excitación.

-Ha... hazlo... ya...ya-le digo entrecortadamente.

La punta de su miembro presiona contra mi virginal entrada. A medida que va entrando en mí siento dolor y placer al mismo tiempo...

-¡Caleb! ¡Caleb!-grita alguien.

-¿Ah?-digo abriendo mi ojo izquierdo.

-Es hora de ir a Blackstreet.

-Ah, vale Amma.

-Niño loco-la oigo murmurar cuando sale de mi habitación.

Me incorporo y me visto lo más rápido que puedo. Me veo en el espejo y noto que mi cara está muy roja. ¿Realmente soñé que tenía sexo con Thomas? ¿Pero qué rayos está pasando conmigo? Bajo las escaleras sigilosamente, apenas y hago ruido. Mi abuelo y Amma desayunan tranquilamente, luego de saludar me siento a comer mi enorme plato de cereal de chocolate.

-Queridito-dice mi abuelo- ¿Cómo está Hannah?

Trago todo lo que tengo en la boca y digo:

-Oh está muy bien.-vuelvo a llenarme la boca de comida.-Quizás venga hoy.

-Ah, de acuerdo.-él se ríe sonoramente.-Estoy empezando a hacer negocios con su padre.

-Caleb, apúrate, Thomas te está esperando.

Al escuchar eso la cara se me calienta, y bebo mi vaso de yogurt de fresa de una sola vez. Me despido y cierro la puerta de mi casa de un portazo.

-Hola, Thomas.

-Buenos días, Caleb.

Me abre la puerta del copiloto y entro, él le da vuelta al carro hasta la puerta del piloto y se introduce dentro. Tras pensar eso mi mente divaga y termino viendo una imagen muy nítida de Thomas y yo teniendo sexo.

-¡Caleb!-grita él a mi lado.

-Eh... ¿Sí?

-¿Qué te pasa?-luego, su voz se vuelve un ladrido- ¿El cabrón de Jake volvió a besarte?

-No...no-respiro profundo, para sonar seguro-No.

-¿Y entonces?

-No lo sé.

Thomas desvía el auto y lo apaga. Faltan alrededor de dos cuadras para que lleguemos a Blackstreet.

-¿Pasa algo?

-Sí.

Thomas me coge del brazo y me lanza con facilidad al asiento trasero. Luego él también se pasa. Sus ojos celestes se pierden en mis ojos verdes y me besa. Sus labios sobre los míos se mueven lentos, pero conforme pasan los segundos quiero más y más y comienzo a besarlo con más ganas. Abro la boca y nuestras lenguas pelean, dejándonos sin respiración.

Tomo al rubio por los hombros y haciéndonos girar me subo a horcajadas sobre él. Las ventanas del auto comienzan a empañarse, delatando que algo sucede dentro. Vuelvo a unir mis labios con los de él y procuro que mis glúteos se unan a su creciente erección, gime cuando hago eso. Mis manos le acarician los brazos mientras que él no deja de acariciarme el culo desesperadamente.

Ansioso comienzo a deshacerme de su camisa, para acto seguido encargarme de mi suéter, mi corbata y mi camisa, luego junto de nuevo nuestras bocas y esta vez también nuestros pechos. Pongo la mano en el botón de su pantalón y se lo saco de un tirón.

Hoy probablemente voy a llegar tarde.

Decidido encargarme de mi pantalón y ambos quedamos en bóxers; restriego mi erección contra la suya y sé que estoy listo. Pongo ambas manos en su ropa interior y la saco.

Listo.

Thomas está desnudo completamente debajo de mí. Deslizo mi bóxer naranja por mis piernas, y cuando termino mis glúteos se pegan a su erección dura y palpitante.

-Hazme tuyo, Thomas.

-Caleb.-me ve como si acabara de enloquecer.-Espera un minuto.

-¿Qué pasa?-mi erección comienza a descender.

-No podemos tener sexo en el asiento trasero del auto de tu abuelo.

De repente me siento rechazado y feo, Thomas parece notarlo porque en seguida dice:

-No te estoy rechazando y eres muy sexy, lo que pasa es que estamos aquí donde cualquier persona puede vernos.

No había pensado en eso con mi calentón y ahora estoy aquí desnudo arriba de él.

Dios santo, ¿qué diablos está pasándome?

Aun así aprovechando mi repentina valentía, comienzo a agacharme; repartiendo besos por cada trozo de carne descubierto. Al llegar a su pene-que comienza a crecer e hincharse de nuevo-, que es una cosa enorme; paso mi lengua por toda la longitud para acto seguido lamer sus testículos.

Aquello es mejor de lo que siempre había pensado que sería, meto en mi boca todo lo que puedo de aquella bestia. Thomas gime y comienzo un mete-saca lento que escucho lo enloquece. Sus manos comienzan a acariciarme el cabello y yo acelero, y cuando escucho sus jadeos lo hago con más fuerza.

-Caleb... yo... ¡Caleb!-su semen llena mi boca y me mancha incluso los labios y la mejilla izquierda, comienza a limpiarme con una toallita húmeda que quien sabe de dónde sacó, mientras murmura repetidamente: -Lo siento

Restriega mi mejilla con toda la delicadeza del mundo, y en ese instante trago. Hay horror en su mirada, su semilla es un poco amarga, pero cuando baja, sorprendentemente dulce. El rubio consigue incluso limpiar mis labios antes de que pueda lamerlos.

-Bebito...-gruñe.-Acabo de corromperte.

En seguida me pongo rojo.

¡Acabo de darle sexo oral a un chico!

¡Al chico que más confianza le tengo!

¡Y me encantó!

Bajo la mirada completamente avergonzado.

Thomas me coge del mentón y sube mi rostro.

-Eres guapísimo Caleb.-dice, conmigo de nuevo sobre su cuerpo.- ¿Cómo es que tardamos tanto?

-Porque hasta ahora has estado tratándome como a un jodido niño pequeño.

Se horroriza momentáneamente antes de que estallemos en sonoras carcajadas. Entonces lo beso unos segundos y luego comienzo a vestirme.

Un triángulo NO tan comúnWhere stories live. Discover now