Caleb
-Necesitamos hablar Cassie.
-¿Y más o menos sobre qué necesitamos hablar tú y yo, Caleb?-me pregunta cerrando su última maleta.
Me rehúso a permitir que se vaya a Italia, literalmente a un continente distinto sin que hablemos por lo que me siento sobre su cama, intentando y logrando ocupar gran parte.
-Fuiste una perra al quitarme a mi novio, sin embargo te he tratado aún peor. Así que, ¿paz Cassie Ramoviellie? Porque a pesar de todo yo te quiero, eres mi prima.
Sus ojos se abren como platos, y por lo salvaje en su mirada seguro debe de estar pensando que estoy planeando mi siguiente plan malévolo o algo así. Me levanto y extiende los brazos hacia ella. Camina los cortos tres pasos que nos separan y me abrazo.
-En serio lo siento demasiado, Caleb.
-Yo también lo siento, Cassie.
Cuando nos separamos los dos pares de ojos-los suyos y los míos-están húmedos. Nos reímos mientras nos damos otro corto abrazo y luego él toma la palabra:
-Me traes algo de Italia, prima.
Asiente con la cabeza y deja salir una suave risa. Lanzo un beso hacia ella y me dirijo a mi habitación.
-"Bueno, le pedí disculpas a Cassie"-es lo primero que digo en una llamada de tres líneas con Damen y Hannah.
-"¿¡QUÉ?!-los escucho gritar a los dos histéricos.
-"Mis oídos, auch".
-"¿Y por qué diablos le pediste disculpa?"-a pesar de que suena bastante molesto, Dam sigue siendo la voz de la razón. Porque en este momento Hann es la voz de las palabrotas.
-"Eres un maldito imbécil".
-"En realidad, ella lo hizo primero, así que pensé: ¿por qué mejor no tener ya la fiesta en paz?, además sigue siendo mi prima".
-"Tu prima la puta"-escucho gritar a mi mejor amiga antes de colgar.
-"Dale unos minutos para calmarse, dice que volverá a llamarte"-Dam dice y de fondo escucho la linda voz de su prima: Seguro que lo haré, aún no he terminado de insultarlo.
-"Mejor, calmense ambos, los llamo luego, besos".-después cuelgo también.
En vista de que ambos quieren golpearme, herirme de gravedad o en el peor de los casos asesinarme, mejor me concentro en otras cosas. Le envió un mensaje a Jake para encontrarnos a las cuatro de la tarde.
Contrario a lo que pensaba que sucedería, que él estaría esperando un mensaje mío, Jake no responde en seguida. Así que lanzo con ira mi celular sobre la cama, me desnudo y entro a ducharme. Me aseguro de quedarme al menos una hora en la ducha, luego salgo y me visto con lo mejor que encuentro por alguna razón: un jean negro que me queda súper apretado por todos lados y que está rasgado en ciertos lugares, una camisa con cuello en "V" color magenta con rayas lilas, mis botas favoritas de cuero negro marca Louis Vouitton, mi collar y un par de pulseras de cuero negro. Mi iPhone comienza a chillar, pero lo ignoro y bajo corriendo las escaleras.
Abajo tanto Cassie, como mi abuelo e incluso Jack están allí.
-Ya nos vamos, Caleb-dice mi abuelo, arreglando su cabello verde.-Te portas bien y le haces caso a Amma.
-Si abuelo-respondo mientras me besa la frente.
-Nos vemos, Caleb-dice Jack despidiéndose con la mano.
-Nos vemos-le digo de vuelta mientras él y mi abuelo se cogen de las manos y salen de nuestra mansión-Ya sabes Cass, me traes algo de Italia.
-Seguro que lo haré, espero que te diviertas en Nueva York.-responde abrazándome eufóricamente.
ВЫ ЧИТАЕТЕ
Un triángulo NO tan común
Подростковая литература¡Hola! Mi nombre es Caleb Goligth. Tengo diéciseis años y una vida fantabulosa. Bueno... casi. Llevo años enamorado de mi vecino Jake McDaniels. Pero el chico no me ha dado ni una mirada en mucho tiempo. Es más estoy seguro de que no ti...