50. "El viaje a Nueva York y lo que pasó allí (parte I)"

22 4 0
                                    

Caleb

Nueva York es simplemente increíble. Y créeme si la ciudad es asombrosa, en cuanto entramos al Four Seasons, creo que puedo morir y fácilmente haber ido al cielo. Este lugar es simplemente hermoso.

El señor Peridan-nuestro representante en este viaje-, nos da tres llaves y nos dice que estaremos en una suite compartida y que él estará en el piso de abajo, en otra habitación. Nos subimos juntos al ascensor, y él se baja y luego seguimos subiendo hasta el último piso y se despliega frente a nosotros una hilera corta de puertas, el numero 213 está en la tarjeta de Hannah y el 214 en la mía y en la de Damen.

-Perra.-gruño, jocoso.-Esto significa que Damen y yo tendremos que compartir habitación.

Mi mejor amiga hace su mejor cara de diva, antes de atacar juguetonamente.-Por supuesto, una reina como yo no puede andar compartiendo su suite.

Entonces desliza su tarjeta en la lectora, entra y cierra la puerta teatralmente. Desde dentro se pueden escuchar las risas de la susodicha. Mi mejor amigo y yo nos vemos con caras de que la juzgamos y entramos a nuestra suite. Y oh, wow, es asombrosa. Hay un enorme ventanal de pared a pared que nos permite ver la ciudad, un sofá negro, y una mini nevera a su lado. En el centro hay una enorme cama doble king-size con un edredón en color verde menta y frente a esta una enorme pantalla plana.

El baño es en tonos blancos-marfil, puro, ceniza-, y hay un jacuzzi tan grande que podríamos hacer una fiesta en el tranquilamente. Y también hay un mostrador con dos lavamanos, y una ducha con puertas de cristal. Y detrás de la puerta hay batas de color amarillo pastel con el nombre del hotel bordado en el lado izquierdo.

-Espero que no te moleste compartir cama.-dice Damen al darse cuenta de que no hay otra en la habitación.

Me acercó hasta donde está, le pongo los brazos alrededor del cuello y junto nuestros cuerpos

-¿Por qué me molestaría?-pregunto.-No es como que no hayamos dormido juntos antes.

Damen me da una intensa mirada y realmente estamos a punto de besarnos cuando las puertas dobles de madera de caoba oscura se abren y Hannah irrumpe con un traje de baño de dos piezas morado oscuro y unos lentes Gucci espectaculares.

-¿Qué están haciendo par de dos?-se cruza de brazos, fingiendo estar molesta.-¿Iban a hacer actos homosexuales sin que esté presente?

-Hannah, obviamente que nuestros actos homosexuales los hacemos cuando estamos solos. -gruño alejándome de Damen.-No seas cochina, es tu primo. 

-Yaoi es yaoi.

-¿Qué haces con traje de baño?-pregunta el susodicho, para cambiar el tema.

-Obviamente no han visto el jacuzzi cierto.-asentimos.-Entonces por qué no estaría con traje de baño, ¿vienen?

-Deja que nos cambiemos.

Le responde Damen comenzando a revisar su maleta. En cambio yo me quito toda mi ropa y me quedo solo con mi bóxer negro, ambos se me quedan viendo con cara de wtf.

-¿Qué? no metí traje de baño en mi maleta, es decir Nueva York está a cinco o seis grados centígrados, ¿para qué diablos necesitaría uno?

Hannah gira la cabeza en negación mientras Damen se pone rápidamente un short de playa a rayas rojas y negras.

-Tienes que estar jodiéndome.

Los primos se echan a reír y me enfurruño, mientras entramos al lado de la suite de Hannah que es exactamente igual, el jacuzzi está lleno, con espuma de color rosa y huele a rosas y a como seguramente debe oler el aliento de los unicornios. Nos metemos uno a uno y en cuanto el agua caliente toca nuestros cuerpos es como el paraíso.

Un triángulo NO tan comúnWhere stories live. Discover now