52. "El viaje a Nueva York y lo que pasó allí (parte III)"

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Caleb

No es necesario que te diga que al día siguiente todo fue incómodo y extraño entre Damen y yo, verdad. Bueno, pues igual voy a decírtelo. Para empezar, Hannah se despertó temprano porque quería ir de compras-si, el último jodido día del año-, y golpeó con fuerza la puerta que separaba nuestra habitación.

Nos despertamos asustados, oliendo a sexo y más cohibidos que nunca antes en nuestra amistad. Obviamente Damen se acercó a la puerta y le dijo que nos esperara abajo mientras nos bañábamos y vestíamos. Ella le dio por respuesta un insulto y un apúrense y gracias al cielo la escuchamos caminar por el pasillo.

Damen y yo naturalmente no hablamos y aunque nos bañamos juntos para disminuir el tiempo, fue tan extraño e incómodo, que al final quería echarme a llorar. El viaje en el ascensor no fue mejor y cuando nos reunimos con Hannah, ella notó en seguida que algo pasaba.

Por supuesto, la ignoramos y cambiamos el tema tan rápido como pudimos. Eso sí, nos mantuvimos lejos el uno del otro-cada uno de un lado de la chica-, y obviamente evitábamos vernos y hablar entre nosotros mientras no fuera estrictamente necesario. A pesar de que pudo haber sido peor, Hannah casi tuvo un orgasmo cuando vio tantas tiendas lujosas juntas.

Nos arrastró por varias, y en realidad terminamos nosotros primero con ropa-un traje de terciopelo completo de color verde jade, a juego con una corbata del mismo color, zapatos de vestir negros brillantes y una camisa blanca para Damen, y un traje de seda color violeta profundo casi negro, a juego con su moño, un par de brillantes botas negras y una camisa lila de satén para mí-, y apenas había comprado el par más fantabuloso de tacones dorados para ella.

Sobra decir que para encontrar los accesorios-de oro-, tuvimos que ir a varias tiendas, para terminar en Tiffany's. Por último, pero no menos importante, tuve un ataque de celos cuando vi a Damen coqueteándole a una de las chicas de la tienda en donde Hannah encontró el perfecto vestido rojo que quería usar.

Fingía que no le prestaba atención mientras escuchaba a mi mejor amiga parloteando sobre alguna cosa sobre nuestros cabellos, pero la verdad es que quería saltar y arrancarle los ojos a la dependienta.

Okey, necesito relajarme. Ni siquiera con Jake había sentido algo como esto, quizás es porque Damen es también mi mejor amigo, o sea, celos dobles. Después de eso, él toma sus bolsas, y le dice a Hannah-ignorándome de lleno, claro-, que va a irse al hotel, porque está cansado y definitivamente no necesita ir a perder el tiempo con nosotros en una peluquería.

-Ah, seguro quieres el tiempo para ir a perderlo con tu nueva amiguita.-realmente no quiero que mi mejor amiga se dé cuenta de que algo pasa entre nosotros, pero es que simplemente no pude evitar el veneno escurriéndose por mi boca.

Damen sonríe prepotentemente, curveando solo un lado de sus labios.-Claro que sí, tengo una cita con ella y luego me encontraré con ustedes para la fiesta de fin de año.

-Procura no embarazarla a ella también.

Sé que me he pasado, pero se lo merece. Tomo a Hannah por la muñeca y comienzo a arrastrarla lejos de su primo. Unos metros más allá se sacude con fuerza de mi agarre.

-Pero, ¿qué demonios les pasa a ustedes dos?, podrías explicarme Caleb.

Suspiro.-Nada, es sólo que me molesta que ande buscando chicas al azar.

Ella me da una mirada extraña, pero no dice nada. En silencio caminamos hacia una peluquería unisex y gracias al cielo nos pueden atender-créeme, mi cabello es un desastre y mejor ni hablemos del de Hannah-, dejamos nuestras bolsas en el mostrador y nos sentamos lado a lado, dos chicas altas, bellas, rubias y que posiblemente sean modelos se acercan para comenzar a arreglar nuestros nidos de pato.

Un triángulo NO tan comúnМесто, где живут истории. Откройте их для себя