Cuentos de una seductora[Libro 1] Y Cuentos De Una Hechicera[Libro 2]

Capitulo 73

Cuando desperté, el dolor y el placer no eran tan agudos como antes, las varillas habían sido sacadas de mi coño; el peso había desaparecido, y ahora me estaban quitando los clips antes de que me volvieran a colocar en la mesa. Julian apareció y me agarró de la muñeca. Después de unos segundos, se rió.

"¡Ella vive!" Hubo gritos y aplausos de varios nobles.

Mi cabeza estaba ligeramente girada hacia un lado y, como resultado, podía ver hacia abajo. Mi cuerpo estaba cubierto de sangre desde los hombros hasta los pies. Charcos de sangre se habían acumulado en varios puntos del suelo. Había perdido una gran cantidad, y por lo menos la deshidratación estaba comenzando a aparecer. El juego sádico enfermizo me había empujado más allá del punto de ruptura.

Sin embargo, había recibido lo que necesitaba. Había visto a Min en vivo. Jenai estaba muerta y yo moriría pronto. Denova se escapó, pero esa herida probablemente lo arruinaría durante años. Min lo había hecho bien, pero yo también había terminado. En este punto, solo estaba esperando la muerte. De hecho, ya me estaba muriendo. Chorreaba sangre de cientos de rasgaduras y lágrimas. Incluso un factor de curación 2X no podría salvarme antes de morir desangrado.

Además, Min podía cuidar de sí mismo. Estaba seguro de eso. En pocas palabras, no había ninguna razón por la que necesitaba seguir con vida. No había ninguna razón por la que necesitaba estar aquí. Tuvo que ser algún tipo de accidente lo que me trajo a este mundo en primer lugar. Morí, debo haberlo hecho, es decir, en mi mundo original. Cuando me golpeé la cabeza con la escalera, debió de ser eso. ¿El resto de esto? No importaba si era un sueño febril de una persona con muerte cerebral o una segunda oportunidad que me dio algún dios. Llegué al final.

"¡Nuestra tercera prueba, nuestra prueba final, es a lo que nos ha llevado todo esto!" Julian dijo con otra floritura. “¡Veinte pollas! Eso es todo. Nuestro sacrificio debe sobrevivir al placer de veinte gallos ".

Lo miré con ojos delirantes, con el ceño fruncido en los labios. Seguro que las chicas no morían siendo folladas por veinte pollas. Ya había tenido cerca de quinientos en mí solo esta noche. Muchas de las personas tenían sonrisas en sus rostros, claramente sabiendo algo que yo no sabía.

"Cada gallo proviene de un ser mayor". Julian continuó. “Cada gallo acerca nuestro sacrificio a Qetesh. ¡Y de una forma u otra, al final, se encontrará con los dioses! "

Hubo más aplausos y vítores, y luego se trajo una mesa larga. Estaba cubierto con una sábana gigante, pero había objetos debajo de la sábana que eran difíciles de distinguir. Julian se acercó al final de la mesa. Con un movimiento rápido, dobló un lado, revelando el primer artículo. No pude ver qué era hasta que lo sostuvo en alto, mostrándolo a todos en la multitud.

"¡El gallo de un duende!" Él gritó.

"¡Abucheo!" Hubo algunos abucheos y silbidos, seguidos de risas.

En su mano estaba como él describió, era el gallo del pomo de la puerta de un duende, desmembrado, relleno y preservado mágicamente. Caminó hasta mi cuerpo y empujó la polla hacia adentro. La empujó hacia adentro y hacia afuera durante aproximadamente un minuto. Algunas personas abuchearon, otras aplaudieron. Para mí, los cortes y el daño que había recibido mi coño hicieron que me quemara al entrar, pero era pequeño, y después de estirarme hasta mi límite apenas sentí nada.

Cuando terminó, levantó la polla en el aire, cubierta de sangre de mi coño, y la agitó. "¡El duende ha dejado su semilla!"