Cuentos de una seductora[Libro 1] Y Cuentos De Una Hechicera[Libro 2]

Capitulo 45

"Nos dirigimos al Laberinto Nyphum". Jerard explicó.

Terminé de completar un formulario que me permitió unirme temporalmente a su equipo. Supongo que en este mundo era bastante común que las personas se unieran a equipos para solo una o dos misiones. Bueno, no todo el mundo formaba grupos permanentes. Si lo piensa, puede resultar más extraño que el mismo equipo trabaje en conjunto de manera constante durante largos períodos de tiempo. Quizás un equipo se reuniría durante unos meses, pero esto no era un videojuego. La gente se aventuraba a ganar dinero rápidamente y, una vez que ganaba algo de dinero, volvía a casa. Era más parecido a un trabajo de temporada, con solo un puñado de personas que lo hacen a tiempo completo.

Otros aventureros viajarían, tal vez pasando algunas temporadas en ciertos pueblos y otras temporadas en otros pueblos según lo que les funcionara. La aventura era un trabajo temporal o una vida transitoria. Al menos, así es como llegué a verlo.

Le di a Jerard asentimientos ocasionales mientras explicaba las cosas. Mientras tanto, recibí algunas miradas infelices de las mujeres de su equipo, que no estaban felices de que me mudara a su territorio. La verdad básica fue que Jerard me invitó y ninguno de ellos habló. Realmente no me importaban los sentimientos de estas pequeñas perras, así que en su mayoría elegí ignorarlas y me concentré en lo que decía Jerard.

"Un laberinto ... así que es como un laberinto, ¿verdad?"

Mi familiaridad con los laberintos terminó en la película. Yo era una de esas chicas que lo veía muchas veces. El bulto de los pantalones de David Bowie me dio muchas noches maravillosas. Era la historia de una niña a cuyo hermano menor se lo llevó el Rey Goblin. Tuvo que atravesar un laberinto para llegar al hermano, solo para tener un David Bowie adulto tratando de casarse y dormir con ella. Quizás la semilla que me permitió sobrevivir en este mundo deformado se manifestó en mi juventud, o quizás estaba desesperado por ganar algo de racionalidad en este mundo arruinado.

"Tsk ..." Rosetta habló detrás de mí. "¿Ni siquiera sabe mazmorras básicas y quiere aventurarse con nosotros?"

Luché contra el impulso de dar media vuelta y usar la seducción con ella. No lo suficiente como para obsesionarla conmigo, pero sí lo suficiente para calmarme. Normalmente restringía mis poderes en público. Llevaba un collar de esclavo y nunca supe quién estaba mirando. Aquellos que estudian magia pueden sentirlo, y la habilidad por encima del sentido mágico podría permitir a algunos discernir la intención de mis habilidades y hechizos. La yo del pasado siempre había sido bastante frívola con el uso de sus habilidades. Fue una maravilla que no terminara por matarme. No, espera, lo hizo. Bueno, después de la muerte de Min, había aprendido la lección de mantener mi perfil bajo. Aprendí que todas las situaciones no se pueden resolver colocando capas de seducción sobre las personas.

"Ahora, ahora ... está perfectamente bien, no todo el mundo puede pagar tutores personales como tú, Rosetta". Jerard habló.

Creo que terminó por coquetear, pero Rosetta le devolvió una mirada que decía que su comentario no la hacía feliz. Si Jerard seguía poniéndose de mi parte, las otras chicas podrían rebelarse. Mirando la situación, tragué mi orgullo y mi ira. En el pasado, habría avivado las llamas, disfrutando de ver a las chicas retorcerse y enfurecerse mientras seducía a su hombre lejos de ellas. Sin embargo, fueron ese tipo de acciones las que me metieron en problemas. Mira, puedo aprender.

"Rosetta, ya que tienes tanto conocimiento, ¡cuéntame sobre los laberintos!" Bajé la cabeza, haciendo una reverencia perfecta.