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| Dedicación: susdari |

Capitulo diez:

Nunca se pensó que en  la busca de la felicidad, habrían tantas espinas venenosas en el camino.

✞

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PHOENIX MOUNTBATTEN.

9 de septiembre.
12:47 am.

Hans me observaba mientras ataba mi largo cabello castaño en una coleta alta. Su rostro destilaba diversión e incluso un poco de melancolía, como si estuviera recordando nuestros viejos tiempos.

—No tienes ni una semana y ya vas al reto del Ring.—Se rió, solo.

—Esa puta me tomó con los ovarios al revés.—Me defendí con el ceño fruncido.—¿Qué coño? ¿Es que acaso no sabe quién soy yo?

Hans, bastante acostumbrado a mis aires de superioridad y mi temperamento, solo se rio como
quien había extrañado la cosa.

—La legión del lobo no es la misma cuando estás tú.—Dijo, con cautela.

Eso me hizo mirarle con más atención. Aquello parecía que tenía un buen doble sentido y si para algo soy buena, aquello era analizando a la gente.

—¿A qué te refieres, exactamente?—Hans cayo redondito, pues su lenguaje corporal lo decía todo. La punta de su pie que tenía contra el suelo se tambaleaba de un lado al otro, al igual que aún con sus brazos cruzados observé como sus dedos tamborileaban su propia piel. Había algo más que estaba omitiendo, pero que se moría por contarme.

—Tú haces que esto sea más que una organización de asesinos a sueldo.—Dijo, pero no la persona quien esperé. «Trevor Colt.»—¿Es en serio? ¿Reto del ring, Phoenix?

Ya no era más "pequeña", se entiende el enojo.

—¿Ah, si?—Respondí como quien no quiere la cosa, pero la verdad era que estaba expectante a ver lo que salía de la boca del jefe.

Trevor soltó una pequeñísima risita nasal y miró al suelo antes de plantar su mirada profunda en mi. Y joder, yo era una debilucha en cuanto me plantaban miradas profundas, una de mis pocas debilidades que descubrí ante el mismísimo Abel Riox.

—Es una familia.—Dijo, y vi como le hizo un imperceptible asentimiento que hizo que Hans se despida y se vaya.

Mmh...

—Claro.—Bufé y me di la vuelta. Estábamos en el baño de mi habitación donde me preparaba para el reto del ring. Con mucha suerte, mi plan estaba yendo de maravillas.

—No creo que el reto del ring sea lo más adecuado ahora mismo.—Musitó Trevor a mis espaldas. Casi pude verlo recostado del umbral con sus brazos y pies cruzados, uno de ellos punteando tranquilamente el suelo.

Phoenix. © [DL #2]Where stories live. Discover now