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| Dedicación: L-I-D-I-A_05 |

Capítulo quince:

La vida de los Riox es un arcoíris de una sola tonalidad; Rojo Sangre.

✞

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PHOENIX MOUNTBATTEN.

Después de decirle mi nombre a la pelinegra con la que iba a pelar, esta se tambaleó un poco y sus cejas se alzaron a más no poder.

Era rusa, y con cojones ahora que si sabía con quién se estaba metiendo.

Cuadré mi posición con las piernas separadas, sin puños y sin cubrirme una mierda. Así, suelta y cualquiera diría que "propensa" a llevarme un puñetazo de lleno en la nariz.

Pero mi figura esbelta y liviana me ayudaba a deslizarme como una serpiente venenosa, mis movimientos rápidos no daban momento a pensar y la manera en la que maquinaba maneras en las que podía empezar la pelea me hicieron saber que pasé demasiado tiempo con Abel.

Ahora hasta casi pensaba como él. 

La pelinegra, Nicole, se cuadró perfectamente, con sus piernas en un ángulo perfecto y sus antebrazos cubriendo su rostro, su mirada era hambrienta y si no fuera Phoenix La Que Analiza Hasta a Una Lombriz, no me daría cuenta que sus poros gritan un poco de nervios.

Poquísimos en realidad, era más la seguridad que emanaba.

Los gritos y silbidos se escuchaban desde cada parte del gimnasio y ahí es que empezamos a caminar en círculos, esperando a la primera que se atreviera a dar el primer golpe. Y que si mis cálculos no fallaban, sería ella.

Cinco segundos después, expresamente contados, Nicole dio un paso hacia al frente y lanzó el primer puñetazo. Fue limpio, pero vago, no era una estúpida y sabía que la pelinegra me estaba probando, por ello, dejé que este me diera de lleno en el rostro.

Mi pómulo empezó a escocer y ahí tenté al diablo, porque la pelinegra tenía una fuerza de cojones.

Di una mirada corta hacia atrás y por el rabilo del ojo pude ver como Trevor observaba atento la pelea.

—¿Qué pasa princesita débil, papi no te enseñó cómo esquivar un golpe?

Deslicé mi lengua por el interior de mi mejilla y luego chasqueé la misma.

Todos teníamos la distintiva vena que salía a relucir cuando tus nervios terminaban de aflojarse. Y esta mujer estaba buscando esa vena hasta con una maldita lupa.

Gracias a que ella tiró el primer puñetazo, pude detallar perfectamente la manera en la que esta compuesto su movimiento. Uno de sus pies se desliza hacia atrás por el impulso que toma. Desde que su puño se aleja de su posición de bloqueo, su pecho queda descubierto y con una sola mirada confirme que aquel, es su punto débil. Se cubre demasiado el rostro, por lo que llegué a la conclusión que se preocupa por no obtener cicatrices en este, esto también explica porque tiene el cuerpo cubierto de tatuajes menos la cara.

Phoenix. © [DL #2]Where stories live. Discover now