| 19 |

10K 1.4K 1.6K
                                    

| Dedicación: Kmmezacdazai-girlfriend1halichoo2911NoviaDeRojito09FlorenciaavilaaJohannawods | 

Capítulo diecinueve: Fuera de control. 

Eran amantes eternos. Buscarse y encontrase sin fin era su puto karma.

 ✞

Deze afbeelding leeft onze inhoudsrichtlijnen niet na. Verwijder de afbeelding of upload een andere om verder te gaan met publiceren.



ALEPH RIOX.

4 horas antes.

Lordem, Inglaterra.
Pista privada Riox.

Me sobé las palmas contra mi jean cuando, jodida y estúpidamente, me di cuenta que tenía las manos sudadas.

Mi corazón martilleaba contra mi pecho y no podía ocultar que mi puta polla también. Y es que estaba ansioso, sabía que solo íbamos a Rusia por una única razón y esa era Jax. Pero, también sabía que todos y cada uno de los que estábamos a punto de abordar aquel jet privado realmente íbamos por otra razón muy diferente; la morena.

Y sentía que yo era el más ansioso de todos. Porque aun...aún le debía una disculpa a Phoenix. Mi cabeza no me dejaba de carcomer a todas horas haciéndome recordar cuando le dije aquellas palabras; en algunos casos no pude hasta evitar reírme nerviosamente. Me había jodidamente pasado de la raya.

Pero ahora estaba aquí, buscando la manera de remediarlo. Y eso era lo que malditamente importaba, ¿Verdad?

—¿Y ese auto? —Preguntó entonces Will, señalando con las cejas fruncidas como las gomas de aquel Mercedes chillaban al frenar estrepitosas justo en frente de nosotros.

Oh, no...

—¡Puta mierda! ¡Estamos jodidos! —Admití en voz alta, a la vez que soltaba una risita y, sin poder evitar mis impulsos, estrellé la paleta de tutti-frutti que tenía en la boca contra el suelo.

Por fuera me reía, pero por dentro sabía que Abel había llegado para no permitirnos subirnos al jet. Era un hecho que encontraría la forma de no hacernos llegar a Rusia.

El motor del mercedes rugió por una ultima vez antes de apaciguarse, y solo entonces, el dueño se desmontó con una furia contenida. Sus pómulos estaban rosas, sus labios apretados y arrascaba como un cojonero poseso su mejilla, parecía que en cualquier momento encarnaría sus uñas de manera caníbal en su propia piel.

—¿¡Cómo coño se atreven!? —Bramó, con fuerza. Y fui testigo de como Will y Kerman daban un paso atrás disimuladamente. Ader solo mordisqueó su propia lengua con despreocupación y miró a Abel con un brillo divertido en sus ojos.

Phoenix. © [DL #2]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu