| 18 |

11.1K 1.4K 1.1K
                                    

| Dedicación: HDiosa Pony08Salvaje MagaliMorales77 Pecadora_Hell Sara_De_Morgan  |

Capitulo dieciocho: Mi querida Rusia. 

Caí por ustedes, y en este punto...aun estoy cayendo.

PHOENIX MOUNTBATTEN

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

PHOENIX MOUNTBATTEN.

10 de diciembre, 3:24 P.M.
Moscú, Rusia.

Observaba mi, a la vez amada y tan odiada, Rusia. La cual yacía luciendo pequeñísima por debajo de mi. Tenía muchos recuerdos agridulces de mi tierra fría y lúgubre, tantos que la melancolía no tardó en hacerme esbozar una pequeña sonrisa que contrastaba con la manera baja en la que mis párpados caían.

En frente de mi Trevor Colt observaba su portátil con el ceño fruncido y la vista concentrada, mientras que Nicole en la cabina del piloto se encargaba de que el jet privado fuera prácticamente invisible para radares y demás mierdas que sinceramente, no entendía.

Por otro lado, Hans al lado de Trevor veía con una ceja encarnada algo en la tableta que tenía el logo de un lobo rugiendo en la parte trasera.

Según las palabras de Trevor, si huíamos de los supuestos griegos lo más lógico era ir al único lugar donde no se atreverían a poner un pie por miedo a las consecuencias. Obviamente, la parte en la que mi padre residía, Moscú.

Pensar en mi padre también tenía un deje agrio, salado. Saber que realmente aquel hombre y yo no compartíamos sangre no me hacía quererle menos, pero una cierta incomodidad me recorría cuando aquello pasaba fugazmente por mi cabeza. Nunca imaginé que mi madre siendo una mujer de armas a tomar nunca tuviera la valentía de decirme que no era hija de Viktor como crecí creyendo ilusamente.

Suponía que al bajar del jet tendría una larga conversación con mi padre sobre ello. Y sobre lo otro también.

Una ligera presión empezó a forzar mis sienes, y de pronto, un revoltijo junto a unas náuseas insoportables se asentaron en mi estómago como un puñetazo fugaz pero pesado. Intenté levantarme de un tirón, sin recordar que el cinturón me apresaba, lo que provocó que se apretara entorno a mi vientre todavía plano como una tabla.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Cuestionó Trevor, con verdadera preocupación. Sus cejas se hundieron y sus dedos toquetearon su cinturón en caso de que tuviera que quitarlo en un acto rápido. Su respiración se aceleró una mínima que intentó ocultar y sus piernas que antes reposaban tranquilas ahora se veían tensas bajo su pantalón casual.

Phoenix. © [DL #2]Where stories live. Discover now