| 29 |

6.7K 838 664
                                    

| Dedicación: la_perra_de_rachelDina_323RoselinLJulianaMontenegro23lifcgxcsxn. | 

Capítulo veintinueve: Un Adiós.

Lleva dentro de ella varias lunas rotas, una por cada decepción que ha tenido que soportar.

✞

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

PHOENIX MOUNTBATTEN KAVAZCOVA.

Ver a Christine Vorshé en la sala de uno de mis tantos apartamentos en Rusia fue increíblemente extraño. Nunca imaginé ver a los pueblerinos de Lordem en mi fría tierra, más aquí estaban.

—¿Cuándo llegaste? —Dirigí la vista hacia Ader, quien me observó con el ceño fruncido en sobremanera tras decir aquello.

Ni siquiera tuve que responder.

—Llegó anoche. Fue directo a Kerman, no me preguntes como ella sabía que habitación elegiríamos cada uno, tampoco lo sé. —Respondió Abel, lanzándome una mirada tan profunda que fue incluso difícil apartar la mirada.

—Fue fácil, en realidad. Las únicas dos habitaciones que están cerca las tomarían Abel y Ader, sé que por mucho que se tiren mierda no pueden estar muy separados. Aleph escogería la más grande para su comodidad, sin importar que estuviera al final del pasillo. Will escogería la primera puerta, su simpleza lo delata. Kerman tomaría la más alejada, donde hubiera silencio y tranquilidad para pensar, para digerir, Y... Ades, él solo tomaría la que quedara porque tomar decisiones no es lo suyo, es más de seguir ordenes. —Y chasqueé la lengua con la mirada fija en PM, los comentarios odiosos que nos lanzábamos se habían convertido en algo que realmente me entretenía. 

—Supérame, maldita loca. —Respondió Ades, supuestamente enojado, pero las comisuras de sus labios temblaban en busca de esbozar una sonrisa.

Estar con el tira y afloja con mi antiguo chófer no me permitió detallar todos los que estaban en aquella amplia sala, y solo fui consciente de ello cuando una voz aguda en su máximo nivel, estridente y chillona, articuló:

—¿Quién es ella? —Mi vista se deslizó como un resorte, no pude evitar el semblante disgustado pues el tono de su voz era difícil de sobrellevar. No obstante, mi rostro cambió cuando la vi, porque joder... a mi nunca se me olvidaba un rostro, y yo a esta chica la había asesinado junto a Ader.

Pero, al parecer ella si me había olvidado a mi. 

Alcé una ceja, y la observé de pies a cabeza. Su porte, sus gestos e incluso la manera en la que sus pies estaban ligeramente curvos era completamente diferente a como se comportaba aquella noche oscura en el bosque de Lordem, Fiordelise. Donde se veía más ágil, más perspicaz y madura.

Phoenix. © [DL #2]Where stories live. Discover now