24- Rápido y en silencio

10.1K 959 359
                                    

No he visto a Dahlia desde el sábado temprano cuando se fue a su casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No he visto a Dahlia desde el sábado temprano cuando se fue a su casa. Me envío un mensaje para avisarme de que había llegado, pero no supe más de ella hasta ahora, que ha venido a ver a Mark.

No es que haya hablado con ella, ni siquiera la he visto, pero vi su nombre en la agenda que tenía Samantha en su escritorio.

Me paseo impaciente por la oficina. Mi primer cliente no llegará hasta dentro de una hora y tengo un montón de documentos con los que avanzar, pero no me puedo concentrar sabiendo que ella está tan solo a una oficina de distancia.

Joder, si al final Mark tiene razón con lo de que parezco un crío.

Salgo al pasillo y me encuentro a Sam saliendo de la oficina de Mark.

-¿Ya se desocupó? -le pregunto.

-No-muerde su labio-. Esta en una reunión.

Me fijo en los papeles que lleva en sus manos, estoy seguro de que tienen que ver con Dahlia pero no puedo preguntarle nada ni ser obvio. Mark ya me ha dado varias charlas al respecto.

-Entonces, Sam...-sonrío-. ¿Cómo has estado?

Ella sonríe y mientras me cuenta de sus estudios, la universidad y cosas así; caminamos juntos hasta su escritorio y deja los documentos sobre este. Ella continúa hablando y le respondo cuando es necesario. Me siento en el escritorio, específicamente sobre las hojas y fingiendo ser torpe, las tumbo.

-Joder, perdona Sam, creo que te he arruinado esto-le digo incorporándome y levantando las hojas.

Aprovecho a leer lo que pueda, pero solo una cosa me queda grabada. Un nombre.

Eso es todo lo que necesito.

Sam me los quita de las manos y me pide que no me preocupe. Me excuso con que tengo aun mucho trabajo y me despido, para volver a mi oficina. Voy a medio pasillo cuando la puerta de Mark se abre y sale Dahlia.

-Preciosa...-susurro, inclinando un poco mi cabeza.

-Sebastián...-advierte Mark.

Encojo mis hombros y le sonrío a Dahlia, ella corresponde. Mark resopla y seguro de que no podré hacer nada a mitad del pasillo, se despide y va hasta a la recepción, donde Sam.

-Tengo una hora antes de mi primera reunión-insinúo-. Si tienes tiempo... podríamos hablar un poco en mi oficina.

-¿Hablar? -alza una ceja-. ¿De qué quieres hablar?

-Oh, créeme, preciosa... esta conversación es de esas que te gustan.

Acepta y me sigue por el pasillo, le abro la puerta y la invito a entrar. Cuando pasa, cierro la puerta detrás de mí con pestillo y antes de que ella diga algo, tiro de su cintura, envolviéndola en mis brazos y me adueño por completo de su boca.

En los brazos de otro [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora