36 - Audiencia Preparativa

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Por favor no olviden dejar su voto

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Todo está oscuro en la habitación.

La cabeza me martillea y... ¡Joder! Al sentarme se pone peor.

Miro a mi alrededor en búsqueda de Sebastián, pero no está. Las cortinas están cerradas y en la mesita de noche, junto a la cama hay un vaso con jugo de naranja y dos aspirinas.

Me tomo una pastilla con el jugo y al dejar el vaso en su sitio, me doy cuenta de una pequeña nota de Sebastián.

Buenos días... Pre-cio-sa.

Recuerdo las cosas que le dije anoche... ¡Dios! Que vergüenza.

Me levanto despacio, tratando de no hacer ningún movimiento brusco que empeore el dolor de cabeza, por lo menos hasta que la aspirina surja efecto.

Ya de pie, muero de frio. Estoy solo con una tanga.

«Muy bonito, Dahlia.»

Algunas cosas vienen a mi memoria, pero el final casi son lagunas, no recuerdo el momento en que me dormí. No era así como planeaba terminar la noche.

No volveré a beber mojitos.

Voy hasta el baño de la habitación y me observo en el espejo.

Ok... podría ser peor, por lo menos mi maquillaje sigue intacto.

Lo horrible es mi cabello enmarañado y la cara de culo. Sebastián no volverá a decirme preciosa después de haberme visto durmiendo así.

Tocan la puerta. Agarro una de las batas colgadas en el baño y me cubro.

—Adelante—mi garganta está seca.

—Buenos días mejor amiga—susurra Alyssa—. No sabía si ya estabas despierta, quería asegurarme de que no me odies por tu inducción a la maravilla del mojito.

Sonrío. Esta en pijama y definitivamente tiene mejor pinta que yo.

—Estuvo buenísimo...pero creo que me pasé un poco con ellos—arrugo mi nariz.

—Pasaste la prueba —me abraza.

—¿Prueba? —me aparto y la miro, alzando una ceja.

Rueda sus ojos.

—Para ver si somos la una para la otra. Se lo hice a Mark al poco tiempo de conocernos y también Sebastián pasó por ello. Ahora aman el mojito—encoge sus hombros—. No tanto como yo, pero ¡Joder! Nadie podría amar más el mojito que yo.

Me rio.

—¿Sebastián...?

—Está con Mark tratando de hacer un buen desayuno. Hoy no pienso meterme en la cocina a no ser que sea para comer.

En los brazos de otro [COMPLETA] Where stories live. Discover now