32 - Esto apenas comienza

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Contesta. Contesta. Contesta.

¡Maldición! De nuevo al buzón de voz.

Desde el sábado no he tenido noticias de Dahlia y estoy jodidamente preocupado. Mark no quiso decirme nada, Alyssa no tiene idea y yo sigo aquí sin saber que mierda hacer.

Voy a la oficina de mi amigo por cuarta vez en el día y antes de que vuelva a decirme que no dirá nada, hablo yo.

—Solo dime si sabes algo de ella, si está bien—suplico.

—Físicamente está bien—resopla—. Joder, Sebastián, tienes que ser paciente...

—Lo he sido—me tiro en su sofá—. Pero el viernes ella... Joder, no la había visto así antes—me paso las manos por la cara, frustrado.

—No es un proceso fácil y no todos lidian con ello de la misma forma. Solo...trata de no perder la cabeza hasta que ella te llame.

—Eso intento—suspiro.

Mi celular suena, sobresaltándome. Al ver su nombre en el identificador, me incorporo con el corazón a todo dar y contesto.

—¿Dahlia? —Mark me mira.

—¿Podemos vernos? —suspira.

—Eh...Si, claro. Tú dime donde.

—En tu departamento.

—Estaré allí en quince minutos.

—Ok—cuelga.

Me quedo con el celular aun en la oreja, estático. Era ella, pero sonaba... Distinta.

—¿Qué te dijo? —pregunta mi amigo.

—Quiere que nos veamos—susurro.

Reacciono y salgo casi corriendo. Mark me llama, lo ignoro y me meto en el ascensor para bajar directamente a por mi camioneta.

El camino lo hago nervioso, con miles de dudas en mi cabeza y sin saber que esperar. Si querrá hablar conmigo por fin o terminarlo todo.

Cuando llego, ella ya está estacionada en el lugar designado para las visitas. Bajo de mi camioneta y me acerco hasta su ventanilla.

El corazón parece que se me va a salir y al verla tan seria, sospecho que hoy todo termina.

Baja del vehículo, pone sus brazos alrededor de mi cuello, cierra sus ojos y me besa. Me toma un par de segundos reaccionar, pero en cuanto lo hago, mis brazos la envuelven y correspondo al beso con la misma intensidad. Sin creer lo que está pasando.

La pego contra su auto y me presiono contra ella, sin romper el contacto con sus labios. Ella gime contra mi boca, aprovecho en morder su labio inferior y bajar a su barbilla donde también mordisqueo y beso. Siento como se estremece. Arquea su espalda y enreda sus manos en mi pelo.

En los brazos de otro [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora