45 - Sentencia

9K 992 379
                                    

Recomiendo leerlo con la música del multimedia

Capítulo dedicado a @YorleniGarcia 🥰 Fuiste la que más que acerco con las teorías, felicidades! 

Capítulo dedicado a @YorleniGarcia 🥰 Fuiste la que más que acerco con las teorías, felicidades!  ❤

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Anoche Dahlia estaba... Diferente.

Menos reacia a las muestras de cariño, menos reacia a escucharme, aun así, no era el momento para decirle lo que siento.

No me dijo cuando volvería a verla, tampoco pregunté. Supuse que ella me llamaría cuando estuviera lista ya que sabía que tenía la cabeza en el juicio, al igual que sus emociones.

Llegué a mi oficina a la hora de siempre y como es habitual, pasé a saludar a mi amigo antes de empezar la jornada.

Toqué la puerta, pero no obtuve respuesta. Me fui hasta donde estaba Sam para preguntarle si sabía algo.

—Eh... El señor Bowers salió—me dijo nerviosa.

Alcé una ceja y me quedé mirándola. Pude sentir que algo no andaba bien.

—Me dijo que estaría haciendo trámites—contestó de manera apresurada, agarrando unos papeles en la mesa mientras fingía que los leía.

—Trámites—repetí, incrédulo—. El no hace trámites, él manda a que hagan los trámites.

Levantó la cabeza y me miro suplicante, como si no pudiera decirme más.

—¿En dónde está? —pregunte, más serio.

La alarma ya se había encendido en mi cabeza.

—No puedo decirlo—murmuró, bajito.

Maldije por lo bajo. Agarré mi celular y marqué su número. Me enviaba directo al buzón.

—Tendrás que cancelar lo que tengo hoy—le dije a Sam—. Di que tuve una urgencia.

Ella asintió en silencio, pero mientras me iba alcancé a escucharla maldecir.

Conduje hasta la casa de Alyssa. No tardé mucho en llegar, ni siquiera me molesté en tocar. Usé mi llave y fui directo a la sala, listo para gritar el nombre de mi amiga.

Pero ese grito se me quedó atorado en la garganta al encontrarme a Anne ahí. Estaba pintando un libro con Alyssa a su lado, al verme se levantó y corrió a mis brazos.

Cada vez que lo hace algo salta en mi pecho. Es algo que no puedo explicar bien, solo sé que es ver a esa niña y una corriente de alegría me sacude.

La saludé con un beso en su mejilla. Me sonrió y emocionada me pidió que la bajara para mostrarme sus dibujos.

Alyssa me fruncía el ceño con los brazos cruzados.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó por lo bajo.

—Sólo pasaba a saludar—respondí, sarcástico—. O quizás buscar a mi amigo que no ha ido al trabajo.

En los brazos de otro [COMPLETA] Where stories live. Discover now