Separados pero juntos

2.2K 328 189
                                    

Narra México

Me meto a mi cuarto y suelto un suspiro, nota mental: No volver a mencionar, hablar de él o siquiera tener la osadía de pensar en URSS mientras está Rusia conmigo.

No pensé aún fuera un tema tan sensible, bueno, quiero decir, obviamente es un tema sensible, era su papá, pero creí que ya no le afectaba tanto, como me gusta ser bruto, verdad de Dios, ¿Cuándo voy a aprender a pensar antes de hablar? Ay, México, ahora sí metiste la pata bien y bonito.

Me acerco a la pared que divide nuestros cuartos y pego la oreja, concentrándome en intentar percibir algún sonido desde el otro lado, pero no escucho nada, espero que esté bien, tal vez sólo necesita algo de tiempo.

Me dejo caer en mi cama a la vez que bufo, este viaje no está resultando para nada bien, quizá debimos quedarnos en la casa, allá estaba todo bien, nomás llegamos aquí y empezaron los problemas. La verdad a veces olvido que tengo que tratarlo con mucho cuidado, sé que está mal, pero de verdad no lo hago a propósito, sólo que mi cabeza no puede retener tanta información a la vez, soy bastante distraído.

Mi celular vibra y lo tomo para ver qué es, un mensaje de Dominique, por un momento pienso en decirle que nos veamos, pero creo que no es el momento adecuado, quizá Rusia me necesite más tarde así que mejor me voy a quedar, tengo mucho tiempo para estar con Dominique después, podemos sólo mensajear.

"¿Qué tal ha estado el día?" Dice su mensaje, en lo que Rusia se ponía mi short le conté a Dominique que esta vez sí había querido salir, así que supongo que a eso se refiere.

"Creo que lo arruiné):" envío de regreso.

Las palomitas grises se pintan de azul y luego luego recibo una llamada entrante de su parte, la respondo y me pongo mi teléfono en el oído.

—¿Qué pasó?.

—Pues no lo sé con exactitud, es que hablamos de su papá y su infancia. Concretamente, yo hablé de su papá y su infancia, él sólo me respondía lo que yo decía y creo que lo puso un poco triste recordar a URSS. Me dijo que lo deje solo.

—Entiendo... Es un tema sensible y tal vez hoy no era el mejor día para tocarlo, fue un error que cometiste accidentalmente, a todos nos pasa, Mex. Sólo intenta no volverlo a hacer.

—Lo tengo muy presente. Yo creo que sí han sido días sensibles para él, anda medio raro desde que llegamos—Tomo mi almohada y la abrazo—Se suponía que venir aquí tendría que hacerlo sentir contento y que olvidara un poquito sus preocupaciones, pero creo que sólo le estoy dando más. Soy medio menso, Dom.—Me río con cansancio.

—No digas eso, sólo eres un poquito distraído, sólo debes tener más cuidado con lo que dices, trata de pensar qué es lo que él quiere escuchar.

—Eso intento, pero a veces es difícil, últimamente me hace muchos cumplidos y me incomoda un poco, porque no sé qué decir.

—Sólo devuélvelos o dile gracias. Si te dice que le gusta tu peinado tú le dices que te gusta el color de sus ojos o algo así, o puedes simplemente contestarle "gracias" y hablarle de alguna época donde te hicieras un peinado que ahora te parece feo, no lo sé, tú hablas mucho, me sorprende que tengas problemas con eso.

—Sí, es que no sé...—Miro la ventana y luego el techo—Me hace sentir raro y me bloqueo.

—O podrías decirle directamente que te incomoda, un día que se vea de buen humor para que no se lo tome a mal.

—¿Cómo crees? No, no. No entiendo porqué ustedes los extranjeros son tan directos todo el tiempo.—Junto las cejas y él se ríe.

—Estoy seguro de que se le va a pasar, sólo dale algo de tiempo, ¿Sí? Y ya no hables de temas sensibles.

—Haré mi mejor esfuerzo—Sonrío ligeramente mientras asiento—¿Y tu día cómo va?.

—Algo aburrido, la verdad, estoy en la casa de campaña.

—Quisiera poder acompañarte pero...

—Puede que Rusia te necesite—Completa mi frase—No te preocupes, no tengo ningún problema, me conformo con esta llamada.

—Eres un sol.

—Eres mi sol.

Me quito el teléfono de la oreja para que no me escuche y hago pequeños chillidos de emoción antes de volverlo a colocar en el mismo lugar.

—Me gustas Dom.—Revelo con nerviosismo.

—Me gustas Mex.

—No quiero que llegue el día en que tengas que volver a Francia, está muy lejos, nos va a separar el océano atlántico la mayor parte del tiempo.

—Lo sé...—Suspira—Pero podemos llamarnos por teléfono todos los días y vernos de vez en cuando.

No lo puedo creer, siempre juré que jamás tendría una relación a distancia y ahora me muero de ganas por tenerla, aunque aún no somos novios pero pa' allá vamos volando.

—Está bien, algo es algo.

—¿Tienes comida en tu habitación?.

—¿Huh? Unos Cheetos, ¿Por qué?.

—Estaba pensando, ¿Por qué no abrimos una reunión en zoom y uno de los dos pone una película para verla juntos?.—Pregunta.

—Jalo, si quieres yo la pongo, ¿Vemos Shrek?.

—Vemos shrek.—Confirma con una risita.

Saco mi laptop para abrir la reunión y poner la película, cuando se conecta y prende su cámara lo veo ahí todo bonito con sus lentes puestos, sólo los usa a veces, dice que no le gustan porque lo hacen ver raro, pero yo creo que le quedan increíbles.

—Hola de nuevo.—Se ríe, veo que tiene unas Chips de esas que sólo tienen sal, le voy a tener que enseñar a comer picante porque cuando nos casemos no voy a andar cocinando cosas sin chile.

—Hola de nuevo—También me río, es increíble la paz y la alegría que me transmite hablar con él—¿Estás listo?.

—Estoy listo.

Pongo la película y la vemos mientras comemos, ocasionalmente hacemos comentarios al respecto y me cuesta un poco concentrarme porque no puedo dejar de ver el rectangulito de su foto. Es tan especial.










*
Rusia y México no tienen ni la mitad de química que México y Dominique y nadie puede hacerme cambiar de opinión.

Tengo miedo de que cuando a Mex le guste Rusia no sean tan bonitos juntos como estos dos.

Anorexia (Rusmex)Where stories live. Discover now