Solicitando refuerzos

1.9K 296 140
                                    

Narra México

Al chile estoy hasta la chingada de la pinche vida.

No puedo comprender como absolutamente todo se puede ir tan abajo de un momento a otro, como si la muerte de mi Dom no fuera suficiente desgracia ahora tengo un problema con Rusia. Y uno grande.

Eso me pasa por pendejo, nota mental: Ser más observador.

Ahora entiendo porqué de la nada empezó a hacerme cumplidos raros, ¿Por qué la interacción humana es tan complicada a veces? Nada de esto estaría pasando si no me hubiera involucrado con Dom más allá de lo de Rusia.

Disculpen la palabrota, pero ya me cargó el payaso.

—Voy a salir.—Les anuncio a Francia y a Enrique que están en el comedor.

—¿Cómo te atreves?.—Enrique me señala mi camisa del partido verde poniendo su mano sobre su pecho dramáticamente.

—No hagas drama, tengo que estar cómodo para el aeropuerto. Sólo les quería avisar que voy a estar fuera un par de días, Francia, cualquier novedad sobre lo de Morel me avisas por favor, y tú—Señalo a Enrique—No hagas ninguna tontería con el país, ¿Oíste? Cualquier cosa me puedes marcar por teléfono.

—Entendido y anotado.

—Los veo pasado mañana, espero no tener que quedarme más tiempo.—Me despido antes de empezar a caminar hacia la puerta, no muy lejos del comedor.

—¿Vas a buscar a Rusia?—Escucho la voz de Francia.

—No—Le grito de vuelta abriendo la puerta principal para salir—Tampoco soy tan cínico.—Cierro la puerta detrás de mí.

No tengo ni tres pesitos de energía para andar viajando, no quería salir ni de mi cama y ahora tengo que salir de mi continente, gracias a mí mismo y a mi gran habilidad para complicarme mi propia vida. Bravo, México.

Después de varias horas estoy a unas calles de mi destino, vengo caminando arrastrando los pies, mi mamá odiaba que lo hiciera, nunca entendí porqué, pero a mí siempre me ha gustado hacerlo y más ahora que me muero de flojera y tristeza, no tengo ganas ni de caminar bien. Honestamente de no ser porque literalmente es un asunto de vida o muerte no hubiera tomado la decisión de venir, pero Rusia ya no puede esperar más tiempo, tengo que terminar con lo que empecé, además siento feo pensarlo, pero sé que es muy probable que su enfermedad haya empeorado con lo que pasó.

Ni siquiera lo ayudé, quería sacarlo de Guatemala y lo llevé a Guatepeor, en todo el tiempo que estuvo aquí casi no comió, estaba tan ocupado imaginando mi casa en el rancho para vivir con Dominique donde tendríamos tres perros y una vaca que me olvidé de cuál se suponía que era mi objetivo: Rusia.

Fue un error terrible, literal se pudo haber muerto, bueno, todavía, porque aún no se cura, pero por eso estoy aquí, no podría con la muerte de dos personas en mi consciencia. Pero yo no soy precisamente alguien apto para terminar con esto. Para empezar, estoy 99% seguro de que Rusia ya no confía en mí, eso no me va a favorecer mucho para volverme a acercar. Y para continuar, se murió Dom y estoy sumamente triste por eso, mi mente está en las nubes todo el tiempo, ¿Cómo podría ayudar a alguien si yo mismo no estoy bien?.

Por eso voy a tener que hacerme a un lado y pedirle ayuda a alguien que no se le vayan las cabras al monte, bien dicen que mucho ayuda el que no estorba.

—Bien, creo que aquí es.—Susurro para mí mismo deteniéndome en la puerta de la dirección que ONU me dió.

Toco el timbre y espero unos cuantos segundos antes de que una voz suene desde una bocinita ubicada debajo del mismo.

Anorexia (Rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora