Niña Mal

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Caro: ¿No te parece demasiado revelador?

Karol: ¿Revelador? ¿Te refieres a mí?

Caro: No sé ni para que me molesto.

Karol: Ya sabes lo que dicen... Si el producto no se exhibe no se vende.

Caro: ¿Tus padres ya están enterados?

Karol: No me hagas preguntas cuyas respuestas no te gustarán.

Caro: No sé ni para que me molesto en hacerlo. ¿A qué hora dijiste que sería?

Karol: A las nueve comienza a llegar la gente.

Caro: ¿A qué hora se...

(Suena la puerta)

Carolina: Hola, Caro. Karol, tengo que hablar contigo —entró mi madre.

Karol: Dime que hice ahora porque ni yo lo sé.

Carolina: Que yo sepa nada y vengo a decirte para evitarlo... Nos vamos en unos minutos sólo esperamos que venga la persona que va a cuidarte.

Karol: ¿Cuidarme? —Caro dió una carcajada—. No necesito a nadie que me cuide, puedo cuidarme yo sola.

Carolina: Eso no es lo que dice el Gobierno de Nevada —salió de la habitación.

Karol: ¿Puedes creerlo? ¡Me contrato un guardia!

Caro: ¿Será un guardaespaldas?

Karol: No lo creo, mis padres no me dejarán con nadie que tenga tres cosas dentro de los pantalones, saben que soy capaz de seducirlo.

Caro: ¿Eso te halaga?

Karol: Caro, no tengo tiempo para orgullo, seguramente es una mujer ya mayor porque si es alguien joven me la podré llevar fácilmente.

Caro: Tus padres si que te conocen.

Karol: Ya lo sé. Tenemos que deshacernos de ella a como dé lugar, iré a hablar con mis padres —salí de mi habitación para tocar la de mis padres.

Carolina: Entra.

Karol: ¿Ya están listos los padres más hermosos y buenos del mundo?

Javier: Igual va a venir, ya no funcionan con nosotros tus tácticas de cariño.

Karol: ¡Ya estoy grande, me puedo cuidar sola!

Javier: No es a tí que queremos cuidar del mundo... Todo lo contrario... Tratamos de cuidar al mundo de tí.

Karol: Cualquiera diría que comenzaré la Tercera Guerra Mundial en una noche.

Carolina: La Tercera Guerra Mundial sería lo menos que esperamos si te dejamos sola una noche.

Karol: Papá, dile a mamá que está exagerando.

Javier: Una noche, por una noche pórtate bien —me tomó de los hombros.