Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...
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Karol: Hoy ando con el alma noble así que no, que no sean venenosas. Que no mate pero duela.
Paolo: ¿Algo más?
Karol: Creo que es todo... ¡Espera!
Paolo: ¿Si?
Karol: ¿Recuerdas a Sebastián?
Paolo: El que moría por tí, se te ponía de alfombra y comía los restos de comida que caían de tu mesa.
Karol: Si, ese mismo inútil. Consíguelo y lo traes, dile que estoy ansiosa por verlo.
Paolo: O estás loca o quieres darle celos a alguien porque tú aborreces a los chicos que mueren por servirte.
Karol: ¡Eso no te importa, transexual idiota!
Paolo: Ya, relájate. No me hables así.
Karol: ¡Es que es lo mismo siempre! Metes las narices donde no te llaman. Ahora, ¿lo harás o no? Para buscar a alguien más.
Paolo: No, no, yo lo haré con mucho gusto. ¿A qué hora lo quieres?
Karol: Las puertas están abiertas para los donantes, así que necesito a todos vestidos formalmente pero nadie con ropa interior. Cuando entren se tendrán que colar entre los demás, cuando yo dé la señal todos se desnudan y comienza la fiesta.
Paolo: ¿Y cómo introduciremos el alcohol y la espuma?
Karol: Al costado izquierdo de la entrada verás un árbol con una soga colgando de él. Ahí sujetaras las cajas y el polvo para la espuma el resto lo hago yo, ¿comprendiste?
Paolo: Si. ¿A qué hora es la cena?
Karol: A las 7:30 p.m., pero no deben venir todos juntos, sino que de a poco el resto lo hablaremos aquí. ¿Bien?
(Suena la puerta)
Paolo: Si, ya entiendo.
Karol: Te dejo, nos vemos mañana. No fajes tan duro que te safonas —colgué.
Ruggero: ¿Karol? ¿Estás bien?
Karol: Si, pasa.
Se abrió la puerta y Ruggero entró.
Ruggero: ¿Todo bien?
Karol: ¡Ya te dije que si!
Ruggero: Ya puedes bajar.
Karol: ¿Me estás corriendo?
Ruggero: ¿Por qué todo lo tomas a mal?
Karol: Porque todo lo dices mal.
Ruggero: Karol —se acercó.
Karol: No te acerques, no le pongas los cuernos a tu prometida.
