Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...
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Karol: ¡Oh, por Dios!
Caro: Tengo tres meses y adivina qué.
Ruggero: Sería imposible.
Agustín: Son gemelos.
Karol: ¡No!
Caro: ¡Agustín! No, no son gemelos. Sólo es una...
Karol: ¿O sea que es niña?
Caro: Así es, se llamará Nina.
Carolina: Muchas felicidades, Caro.
Caro: Gracias.
Todo iba bien, mi papá ya aceptaba a Ruggero, todos nos fuimos a vivir a Londres, pero visitábamos de vez en cuando Las Vegas, el papá de Ruggero me aceptó junto con los gemelos, Ruggero y yo nos fuimos a vivir a la casa que le prometieron a Ruggero cuando se casara. Habían pasado cinco meses. Ruggero y yo estábamos recostados en la cama con los bebés. Itzitery ya se podía sentar pero Gastón aún se caía por eso lo recosté en mi par para que pudiera jugar con su hermana.
Ruggero: Itzitery, deja de lanzarle los juguetes a tu hermano.
Karol: No la regañes.
Ruggero: Oye, si vamos a educar a nuestros hijos debemos ponernos de acuerdo.
Karol: Es que no la regañes porque no te entiende.
Ruggero: Pero si yo quiero la regaño en chino aunque no me entienda.
Karol: Haz lo que quieras.
Ruggero: Toma, Itzitery —le dio algo pero no vi que.
Itzitery le lanzó algo a Gastón, este lo tomó.
Karol: ¿Qué tienes ahí, Gastón? —era un anillo, miré a Ruggero que sonreía—. Ruggero... ¿Qué es esto?
Ruggero: Karol Piña... ¿Quieres casarte conmigo?
Karol: ¡Si! Claro que sí! —me lancé sobre él, como Gastón no podía sentarse se cayó sobre el colchón.
Ruggero: Botaste a Gastón —me besó.
Luego de unos segundos escuchamos un llanto de bebé.
Karol: ¡Mi€#@! Se cayó Gastón.
Ruggero: Itzitery también.
Nos levantamos y miramos que Gastón estaba en el suelo llorando, Itzitery estaba sobre él dándole manotazos.
Ruggero: Itzitery Louise, esto es el colmo. ¡Deja de torturar a tu hermano!
Karol: Ven, mi amor —tomé a Gastón y lo tranquilicé.
Ruggero: Castigada, señorita.
Karol: Van cinco veces en el día de hoy que la castigas.
