Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...
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Directora: Señorita Karol. ¿Qué significa esto?
Karol: Es una fiesta, Bethany. ¿Viene a unirse? —me levanté—. Miré, le presento a Chris, está buenote, se lo recomiendo —me acerqué a su oído y susurre:—La tiene bien grande.
Directora: ¡Pero qué irrespeto!
Xxx: Estoy muy decepcionado de ustedes, muchachos.
Era un tipo alto, ojos miel, cabello castaño claro, se parecía mucho a Ruggero.
Ruggero: No puedo creer que hayas llegado a esto —me miraba con decepción.
Karol: Ay, pero que culpable me siento —dije sarcástica.
Directora: Bruno, ocúpate de estos chicos, yo me llevaré a Karol —al parecer él era el director.
Director: Si, cielo.
¿Escuche bien? ¿Cómo le dijo?
Directora: Salga por favor —se apartó para darme lugar, yo me voltee hacia los chicos.
Karol: Me voy, amores, pero no se les olvide lo que les dije, no me fallen.
Directora: ¿No te fallen en qué?
Karol: Directora, por favor. ¿Qué en su internado no le han enseñado que no se debe andar husmeando en los asuntos ajenos?
Ruggero: ¡A mi madre no le hablas así!
Karol: Mucho menos tú a mí así, así que vete ubicando, candadito.
Ruggero: ¿Candadito?
Karol: Si, que te las quieres dar de cerrado y cualquiera que te mete la llave te abre.
Ruggero: Mira, niñita...
Directora: ¡Ruggero, basta! No le sigas el juego. Karol, sal por favor —yo salí.
Director: Tranquilo, hijo —le puso una mano en el hombro a Ruggero.
Ruggero: Si, papá.
¿Papá? Gran concepto tienen de mí los suegros. ¿Suegros? ¿Qué tonterías pienso?
Me fui con la directora, Ruggero se quedó con su al parecer padre. Salimos por la puerta principal del internado de chicos, estábamos más cerca de lo que creí del internado de mujeres. Subimos hasta las habitaciones, ahí estaban todas las internas murmurando.
Directora: ¿Qué hacen despiertas? ¡A sus habitaciones todas!
Todas salieron corriendo entrando a las habitaciones, entramos a la habitación; ahí estaban las chicas, todas fingiéndose dormidas.
Directora: Duerme, mañana te reportas a mi Oficina después del desayuno, ya es muy tarde para regaños y castigos, buenas noches —se fue.
Inmediatamente todas las chicas se levantaron y me rodearon.
Les conté todo lo que había pasado, al final quedaron sorprendidas, al final me dormí bromeando en la misma manera con Giovanna, me llevaba muy bien con ella. A la mañana siguiente nos alistamos y bajamos a desayunar.
Andy: ¿Sigue en pie lo de esta noche?
Karol: ¡Claro que sigue! ¿Ya corrieron la voz?
Sheila: Claro, no puede ser posible que nos echemos para atrás.
Karol: Eso es imposible, vienen los chicos.
Ruggero y su madre se sentaron en la mesa frente a nosotras, Ruggero me fulminaba con la mirada. Tomé uno de los palillos de pan que nos habían servido y comencé a lamerlo, lo metía y lo sacaba de mi boca, simulando... Ya saben qué. Ruggero sólo rodó los ojos, yo solté una carcajada.
Giovanna: Lo estás torturando. Se le ve en los ojos que mataría porque ese palillo fuera su...
Karol: ¿Su qué? —dije riendo.
Andy: Eres malvada.
Karol: Pregúntale a tu exnovio quién es la malvada.
Andy: Ni me lo recuerdes, sangraba como vaca degollada.
Sheila: ¡Qué asco, Andy!
Karol: ¿Y no has vuelto a ver al cura?
Sheila: Gracias al cielo no. Ni me gustaba.
Karol: Con ustedes me siento en mi charco, pero me hace falta Caro.
Sonó el timbre.
Andy: Suerte con la directora.
Karol: ¿Acaso voy a jugar póker con ella? No pienso ir a su Oficina.
Giovanna: ¿Y a dónde?
Karol: Las bebidas no se comprarán solas.
Giovanna: ¿Y cómo cargarás de regreso con esas cosas?
Karol: Esto es lo que haremos: subiré por el árbol hasta el muro, ataré una soga que ira directo en descenso hasta nuestra habitación. Sabes cuál es la señal del espejo, ¿no?
Giovanna: Si, la que se hace con el sol.
Karol: Correcto. Cuando regrese lanzaré los paquetes por la soga y ustedes los recibirán en la habitación.
Giovanna: ¿Segura que podrás entrar y salir sin que te vean?
Karol: Por favor, ayer lo hubiera logrado si tú no me hubieras delatado, pero bueno, todo era parte del plan.
Giovanna: ¿Estás segura que quieres que te expulsen?
Karol: Eso es tan cierto como que a Ruggero se le paró con lo del palillo de pan y de que las bubis de Chiara son implantes —todas rieron.
Giovanna: Pervertida.
Karol: Realista, Reynaud.
Giovanna se fue a la sesión de tenis, yo caminé por el salón principal, pero por desgracia me encontré a mi peor pesadilla... La Perriara.
