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Karol: Ahí no se dan los besos —dije entre dientes

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Karol: Ahí no se dan los besos —dije entre dientes.

Ruggero: ¿Dónde lo quieres?

Sonreí y fingí un ronquido, Ruggero soltó una carcajada. Me dormí profundamente hasta que abrí los ojos, no ví nada, ni una luz de sol ni nada, estaba en una habitación encerrada por completo. Me levanté y Ruggero no estaba, trate de abrir la puerta pero estaba cerrada bajó llave.

Karol: Perfecto. Muero asfixiada, incendiada o de un paro y nadie se da cuenta.

Miré que la perilla giraba y me tiré a la cama, fingiéndome dormida. Ruggero entró.

Ruggero: ¿Media hora? Ok, yo la despierto —cerró la puerta.

Sentí el calor de Ruggero sobre mí.

Ruggero: Karol, Karol, despierta.

Karol: ¿Dylan?

Ruggero: ¿Dylan? ¿Quién es Dylan?

Karol: Mi no... ¿Ruggero? —me senté en la cama.

Ruggero: ¿Tu qué?

Karol: ¿Mi qué de qué?

Ruggero: Lo que me estabas diciendo.

Karol: No entiendo.

¿Dylan? Buen invento, Karol, me gustaría saber si Ruggero es celoso.

Ruggero: Me estabas diciendo de un tal Dylan.

Karol: Ahhh —sonreí y me levanté.

Ruggero: ¿Y bien?

Karol: Tengo hambre. ¿Qué hay de desayunar?

Ruggero: Te pregunté algo.

Karol: Y yo también.

Ruggero: Yo te pregunté primero.

Karol: Uy, que maduro —hice un gesto.

Ruggero: ¿Quién es Dylan?

Karol: Quiero desayunar. ¡O gritaré!

Ruggero: Contéstame.

Karol: ¡¡Papá, tengo hambre!! ¡¡Ruggero no me deja comer!! —grité a todo pulmón.

Ruggero: ¡¡Cállate!!

Karol: ¡¡Papá, Ruggero me calla!! ¡¡Tengo hambre!!

Ruggero: Eres una niñita —me tomó del brazo y abrió la puerta, salimos de la habitación y nos fuimos a la cocina.

Me senté en el desayunador, Ruggero me sirvió unos panes integrales con una barra dietética y fruta en trozos.

Karol: ¿Quién crees que soy? ¿Madonna?

Ruggero: ¿Por qué?

Karol: No desayunaré esto. Me hago anoréxica sólo con verlo.

Ruggero: Pensé que con el cuerpo que tienes te cuidabas y me aventarías la comida si te sirvo desayuno de gente normal, cosa que tú no eres.

Niña Mal Where stories live. Discover now