Ruggero: Quieres casarte con... —suspiró—... Con cualquiera menos yo, no puedo hacer esto. Lo siento, madre, no puedo —se retiró.
No sé que se abrió más si mi boca o mis ojos, luego pensé en... ¡Giovanna! Me voltee para hacerle señales a Carolina de que no le diera la señal a Giovanna, pero me entendió mal e inmediatamente le dio la señal a Giovanna. Todas las luces se apagaron y salieron luces de disco, todos se sorprendieron. Era cuestión de segundos y los nudistas ya estaban completamente desnudos bailando sobre las mesas, la música comenzó a sonar fuertísima y todos gritaban. Llegó Natasha con unas cajas, las balanceó para tirarlas al piso.
Karol: ¡Natasha, no!
Era demasiado tarde todo el polvo estaba regado en el piso, se acercó Giovanna con una manguera y roció de agua todo el lugar y la espuma comenzó a brotar.
Caro: ¡¡Fiesta!!
Se comenzó a esparcir toda la espuma y el alcohol, aquello era un desastre, la perdición en directo. Era mejor de lo que esperaba... Igual ya estaba en problemas así que... ¡A disfrutar! Todos comenzaron a correr e intentar salir pero las puertas estaban bloqueadas.
Directora: ¡Qué es todo esto! ¡Ruggero, Ruggero!
Chiara: Esto debe ser obra de la idiota de Karol.
Karol: No te deprimas, Chiara. Te trajimos un regalito, ahora, Natasha.
Natasha: Aquí tienes —lanzamos una caja llena de pepinos.
Giovanna: Bueno, vamos a disfrutar de la fiesta.
Todas comenzaron a tomar, a bailar. Las internas se emborrachaban y manoseaban a los nudistas. Sebastián se me acercó.
Sebastián: ¿Vamos a un lugar más privado?
Karol: Si quieres que te parta en cuadritos las minibolas que tienes, si —me fui a buscar a Ruggero. Él venía caminando de regreso.
Ruggero: ¿Qué pasó aquí?
Karol: ¿Por qué no le propusiste matrimonio?
Ruggero: No es momento para hablar de esto. ¡Qué es esto!
Karol: Una fiesta.
Ruggero: ¡¡Cómo te atreves a hacer esto!! ¡¡Mi madre está aquí!!
Karol: Si, la dejé con un par de nudistas.
Ruggero: Eres un desastre total —se fue.
Me fui molesta a mi habitación, estaba sola pero la música se escuchaba por todos los rincones del internado. Se escuchaban gritos, carcajadas, vidrios rotos, golpes y de todo abajo. Yo me senté en la cama y saqué mi teléfono para jugar cualquier tonto juego que tuviera el celular. A los minutos subió Carolina.
Caro: ¿Qué haces aquí? Allá abajo es una locura total, los viejitos están tomando y gozando, llegaron nudistas mujeres.
Karol: Ya no me importa lo que pase allá abajo.
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Niña Mal
FanfictionLas fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...