Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Maratón 3/5
Agustín: Sabía que no eras una miedosa.
Karol: Si, claro. ¿Qué haremos ahora?
Agustín: Ven —me recostó a la par suya—. Cuéntame todo.
Karol: ¿Es terapia?
Agustín: Algo así, pero de parejas. Si vamos a estar juntos debemos saber sobre nosotros.
Karol: Y estipular algunas reglas.
Agustín: ¿Con qué comenzamos?
Karol: Espera —le quité toda la ropa excepto los boxers, yo me quité todo excepto la ropa interior.
Agustín: ¿Y esto?
Karol: Es mi parte de la terapia.
Agustín: Bien. ¿Quién comienza?
Karol: El que se ría primero.
Estábamos recostados uno frente al otro viéndonos a esperar que uno riera y no lo evite, reí yo.
Agustín: Perdiste, hubiera apostado chupadas.
Karol: O mordiscos.
Agustín: Comienza.
Le conté a Agustín todo lo que me había pasado en el internado, antes, después, absolutamente todo.
Agustín: Así que Pasquarelli te dejó por ser mal portada.
Karol: Eso creo.
Agustín: Wow... Tenemos casi la misma historia, yo igual era fiestero y me valía todo, Pasquarelli me vino a traer pero siempre me burlaba de él, aparte que tiene dos años menos que yo.
Karol: ¿Tienes 20?
Agustín: Y tú 16. ¿Soy un moclín?
Karol: Algo así, continúa.
Agustín: Logré salir porque la verdad si me supe comportar, además moría por salir de ahí... Me empezó a gustar una chica pero Pasquarelli... El muy imbécil me la ganó.
Karol: ¿Eunice?
Agustín: Chiara.
Karol: ¡No puede ser! —lancé una carcajada—. ¡Te gustaba la vegetariana!
Agustín: ¿La conociste?
Karol: Claro que si, me fastidiaba... Bueno, lo intentaba pero yo la fastidiaba peor, Ruggero la botó por mí.
Agustín: En fin, la dejé de seguir porque la entrepierna le olía a plátanos podridos, luego me confesó que se consolaba con verduras.
Karol: Si, lo sé. Una vez la hallé diciéndolo, que asco.
