Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...
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Ruggero: Báñate y vístete.
Karol: ¿Para qué?
Ruggero: Iremos a una farmacia.
Karol: ¡Me vas a hacer abortar!
Ruggero: ¡¡Cállate!! No asegures que estás... Iremos por una prueba —no podía sacar la palabra de su boca, se me salió una risita.
Karol: Ya tranquilízate, todo estará bien —creo que me pasé un poco con la broma, pero cuando todo saliera negativo le confesaría la verdad.
Ruggero: Ve a bañarte.
Me levanté y me fui a la otra habitación, me bañé y me vestí.
Cuando salí, Ruggero ya estaba listo.
Ruggero: Vámonos —estaba muy serio.
Karol: Papi Rugge —fingí voz de bebé.
Ruggero: ¡No es gracioso! —yo solté una carcajada.
Subimos al auto, Ruggero permanecía callado y preocupado, parecía debatir en su mente que haría si la prueba resultaba positiva. Llegamos a una farmacia.
Ruggero: Toma —me dió dinero.
Karol: ¿Me regalas para una tanga o qué?
Ruggero: Compra la prueba.
Reí sarcástica.
Karol: Yo no pondré mi cara en vergüenza comprando eso.
Ruggero: No la compraré yo, soy hombre.
Karol: ¿Y qué? Diles qué tienes dudas sobre tu sexualidad que anoche tuviste relaciones y quieres saber si estás embarazado.
Ruggero: Esto no es gracioso, apresúrate que no tenemos mucho tiempo.
Karol: ¿Y qué digo? ¿Hola, quiero saber si el faje inconsciente que tuve anoche me trajo un bonus?
Ruggero: Sólo... —bajó la voz—. Dile que te dé una prueba instantánea.
Karol: No lo haré, me da vergüenza.
Ruggero: ¿Cómo haces para comprar las pastillas?
Karol: Compro la farmacia primero —reí.
Ruggero: Compra la maldita prueba, no me hagas gritarte aquí.
Karol: ¡¡Ruggero, me dejaste embarazada!! ¡¡Cómo que no te harás cargo de la criatura, eres un desalmado!! —grite llamando la atención. Ruggero me tapó la boca.
Ruggero: Cállate, eso si no te da vergüenza.
Karol: Sólo estaba jugando. La compraré.
Ruggero: ¿Cuánto vale?
Karol: ¿Piensas que soy farmacéutica o que salgo embarazada a diario?
Ruggero: Con esto ha de alcanzarte —me dió varios billetes.
