Karol: ¿Ruggero?
Ruggero: ¿Esperabas a alguien más?
Karol: ¿Cómo me encontraste?
Ruggero: El rastreador en tu teléfono.
Karol: ¿Qué haces aquí?
Ruggero: Tú me ayudaste cuando yo había huido, creo que me toca a mí.
Karol: No tienes que hacer esto.
Ruggero: Karol, tal vez yo no te entienda por completo ni sea idéntico a ti y es eso lo que me gusta de ti. Todos pueden abandonarte pero yo no soy todos, tal vez tú a mí ya no me quieras o tal vez nunca me quisiste, pero que importa si tú no me quieres yo te amo y me basta para sentir que debo asegurarme que estás bien.
Karol: ¡Ay, Ruggero! Jamás vuelvas a decir que no te quiero —me lancé sobre él a abrazarlo.
Ruggero: Ven que te vas a resfriar —me tomó de la mano y me guió hasta una pequeña cueva que se hacía de la unión de dos rocas enormes, suficiente para protegernos de la lluvia.
Karol: Está muy oscuro.
Ruggero: Saca tu super teléfono.
Karol: No te burles de mi teléfono.
Ruggero: Mira —señaló unas ramas.
Karol: ¿Qué tiene? —dije temblando del frío.
Ruggero: ¿Tienes frío, cierto?
Karol: Si.
Ruggero tomó las ramas y las unió, sacó un encendedor y prendió en fuego aquellas ramas.
Karol: ¿Quién trae un encendedor consigo además de un fumador?
Ruggero: Alguien precavido —se sentó a la par mía.
Karol: Gracias —dije cabizbaja.
Ruggero: Ni lo menciones, pero... —me miró.
Karol: ¿Qué?
Ruggero: Tienes la ropa remojada, así nunca se te quitará el frío.
Karol: Tú también la tienes mojada.
Ruggero: Lo mejor es quitársela, así el calor llega más rápido al cuerpo.
Karol: No voy a desnudarme.
Ruggero: Antes te pagaba porque no te quitaras la ropa, ahora no lo haces ni por ti misma.
Karol: Lo siento, me siento incómoda que me mires sin ropa.
Ruggero: Esto sí que es raro —me levante—. ¿Dónde vas?
Karol: Tengo una manta en la cajuela de mi auto.
Ruggero: No vas a salir en lo oscuro tú sola, espera aquí, yo la traeré —salió y regresó a los segundos con la colcha—. Está un poco húmeda.
Karol: No importa —la tome.
ESTÁS LEYENDO
Niña Mal
FanficLas fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 16 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...